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Llevamos desde finales de septiembre asistiendo a una guerra pública entre Elena Tablada y David Bisbal. Entre medias, a ella le ha dado tiempo a casarse con Javier Ungría y a él a ser padre junto a Rosanna Zanetti. También ha discutir mucho. Y a verse las caras en los juzgados con la intimidad de su hija sobre la mesa.
La diseñadora parece estar más relajada ahora que la justicia no le ha obligado a borrar esas fotos de la menor de sus redes sociales, pero que ha dictaminado que no podrá exponer más a su hija, que era lo que pedía David. Sobre todo, cuando esas imágenes llevan un fin comercial asociado.
En este marco, Elena aparecía tras la tormenta judicial y un par de cruces de mensajes con David en el desfile de la colección de Alta Costura de Fernando Claro, el encargado de hacer el traje de novia de su boda con Javier. Obviamente, la prensa presente le preguntó por cómo se encontraba la situación con su ex y si es posible una reconciliación entre ellos. Aunque solo sea por esa criatura que tienen en común.
" ¿La paz entre nosotros? Se verá con el tiempo. No es difícil, son cosas que pasan y ya está", sentenciaba segura de que vendrán tiempos mejores entre ella y el padre de su hija. Reconocía que son meses complicados y convulsos los que ha vivido: "Sí, pero ya pasó y otra vez estoy aquí sonriente y hay que quedarse con eso".
Tampoco evitaba hablar de Matteo, el pequeño de Bisbal y Zanetti. A fin de cuentas, es el hermano de Ella. "está súpercontenta con su hermanito, súperilusionada. Se lo dejan coger, es como un muñequito". Y afirmaba que entre sus planes está ser madre de nuevo. Cuando llegue. Con paciencia.
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