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Las fotos fueron tomadas en 2016, durante una sesión para un reportaje con la edición australiana de 'GQ', pero no estaba previsto que vieran la luz. Por eso, el cabreo de Iggy Azalea es monumental, porque un 'hacker' se ha hecho con ellas y ha difundido esas instantáneas en las que la cantante aparece sin sujetador.
Iggy Azalea ha emitido un comunicado, difundido en sus redes sociales -las mismas que ha decidido cerrar-, en las que manifiesta el disgusto enorme que se ha llevado ante este hecho. " Muchas mujeres de caché han hecho portadas para 'GQ' con una mano posicionada estratégicamente, tapando sus pecho... Siempre me parecieron portadas bonitas así que me lancé ante la oportunidad", comienzan esas líneas difundidas por la rapera.
La artista asegura que emprenderá las acciones legales que sean pertinentes, puesto que se ha sentido "violada". Sostiene que se encontraba "cómoda, en un set cerrado, posando para una revista de tanto prestigio, sabiendo que solo las fotos con mis manos cubriéndome serían consideradas", y que por eso se prestó a ponerse delante de la cámara de esa manera.
Iggy va más allá al deshogarse diciendo sentir "una bola de emociones negativas" con las que dice sentirse "avergonzada, violada, enfadada y triste". Y añade: "Es como una bomba nuclear que explota y no solo te destroza emocionalmente si no que deja un camino de destrucción en tu vida personal, afectando tus relaciones y a la gente que más te importa".
Nino Muñoz, fotógrafo que se encargó de realizar esas instantáneas, también ha querido expresarse en Instagram, jurando que no parará hasta que se haga justicia y se pueda restablecer la integridad de una Azalea que ha tomado el camino de alejarse del mundanal ruido. Al menos, hasta que pase la tormenta.
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