Kendall Jenner, las modelos multimillonarias también lloran

Poco más de un año le ha durado a Kendall Jenner su noviazgo con el jugador de la NBA Ben Simmons. Hace un par de semanas se supo que lo habían dejado. "La relación fue seria una temporada, pero empezó a enfriarse. Los dos están muy ocupados y se dieron cuenta de que son jóvenes y quieren divertirse", ha contado a 'US Weekly' una fuente cercana a la modelo.

Y, en efecto, ambos han optado por la juerga. Primero, y según 'Page Six', a él le pillaron en un club de estriptis. Le acompañaba una mujer " morena, alta y muy sexy", explicaron los testigos.

Días después Kendall estuvo, según el mismo medio, bailando hasta pasadas las seis de la mañana. La fiesta se celebró en Cannes y la acompañaban, entre otros, Dua Lipa, Adriana Lima o Luka Sabbat, ex de su hermana Kourtney Kardashian. Y de ahí, directa a Mónaco, junto a su madre y su íntima Bella Hadid, para darse un paseo en el superyate de Tommy Hilfiger. Ambas modelos, desde la cubierta y muy sonrientes, dedicaron una peineta a los fotógrafos mientras con la otra mano sostenían una copa de vino.

¿Algo más para superar una ruptura? Claro que sí. Alojarse en una habitación de 6.000 euros la noche como la que eligió para estas minivacaciones.

Es lo que tiene ser la modelo mejor pagada del mundo con unos ingresos de unos 20 millones de euros al año, según 'Forbes'.

Aunque eso no evita que alguien te acuse de cutre. Ocurrió en agosto de 2017, cuando un bar de Nueva York colgó en Instagram una cuenta de 20 euros que Kendall había pagado con tarjeta sin incluir un solo céntimo de propina, algo casi obligatorio en Estados Unidos. Días después, y ante el revuelo causado, se justificó diciendo que dejó dinero al camarero, pero en efectivo, excusa que no todos creyeron.

Otros disgustos han sido más serios. Como el robo que sufrió en marzo de 2017. Se llevaron de su dormitorio joyas por valor de 180.000 euros y la policía sospecha que fue alguno de los invitados a la fiesta que ella organizó.

Peor son los distintos acosadores que la han perseguido. En 2016, un tal Shavaughn McKenzie la esperó en la entrada de su garaje y empezó a golpear los cristales del coche en cuanto apareció. "No he estado tan asustada en mi vida", declaró ella. En 2017, dictaron una orden de alejamiento contra Thomas Hummel por las cartas llenas de amenazas que la enviaba. Y en 2019, han detenido a un canadiense llamado John Ford, que logró entrar dos veces en su casa, una de ellas con la modelo dentro.

Está, además, el acné que, según ha declarado, la llevó a sufrir bullying en la adolescencia. "Hay problemas mucho mayores en el mundo", escribió en Instagram, y luego relató como esto la había hecho sentir ansiosa e insegura. "Me gustaría mostrar a los jóvenes que no todo es perfecto", escribió también en esta red. Fue más contundente en enero de 2018, cuando se presentó en una alfombra roja con un brote de acné. Entonces, ante las críticas y burlas, dijo en Twitter: "Nunca dejes que esta mierda te detenga".

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