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Hace dos años, Agata Kornhauser-Duda, primera dama de Polonia, protagonizaba una escena que dio inmediatamente la vuelta al mundo. Era julio de 2017 y ella y su marido, el presidente polaco Andrzej Duda, recibían al matrimonio Trump en Varsosia, con motivo de la cumbre del G-20.
Pero al recibir al presidente y la 'first lady', Kornhauser-Duda ignoró la mano tendida de Trump para saludar primero, y de manera muy afectuosa, a su homóloga americana. Mientras la incómoda escena —y el gesto molesto de Trump— se convertían en un fenómeno viral, todo el mundo se preguntó si el lapsus había sido o no intencionado.
Hubo quien aventuró que podía ser la manera sibilina de censurar otros gestos previos del presidente, como cuando apenas unos meses antes evitóestrechar la mano de Angela Merkel en el Despacho Oval. Sin embargo, el tiempo ha demostrado la buena sintonía entre los dos matrimonios. Después de aquel primer encuentro en Varsovia, el matrimonio Duda visitó la Casa Blanca en 2018 y hace unos días volvían a hacerlo para cerrar un acuerdo militar entre los dos países.
"Nos hemos hecho buenos amigos", explicaba Trump. La relación entre las dos primeras damas es especialmente estrecha. De hecho, aunque es muy raro que Melania Trump haga declaraciones en público —no pronunció ni una sola palabra ante los micrófonos en su reciente visita al Reino Unido—, esta vez quiso hacer una excepción para dar la bienvenida a la primera dama polaca: "Es genial tenerlos de vuelta. Estoy deseando volver a hablar con la señora Duda". Después, a través de Instagram, catalogó su relación de "increíble amistad".
Por eso, hay quien dice que Melania Trump ha encontrado en Agata Kornhauser-Duda, que antes de 'first lady' fue profesora de instituto, a su homóloga favorita, una suerte de mejor amiga dentro del competitivo club de las primeras damas. También les une su gran interés por la moda que volvieron a demostrar en su último encuentro: Melania con un traje de corte masculino, pero en tono rosa palo de Calvin Klein —más stilettos blancos de Manolo Blahnik— y la primera dama polaca con un original y favorecedor vestido blanco y negro. Y este no será su último encuentro. Donald Trump ya ha anunciado su intención de volver a visitar Polonia en los próximos meses. Por eso, este solo es el inicio de una gran amistad.
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