Mohamed V de Malasia se divorcia y pone en duda la paternidad de su hijo

Solo siete meses meses después de su boda, el divorcio del que fuera rey de Malasia es un hecho. La única que parece no haberse enterado del fin del fugaz y mediático matrimonio es Rihana Oksana Voevodina, su ahora exmujer, que, pese lo publicado por los medios malayos, sigue obviando su divorcio.

Pero hay más. Además de romper oficialmente su matrimonio, Mohamed V , asegura no tener clara la paternidad del pequeño Ismail Leon, el bebé de casi dos meses que hasta ahora se daba por hecho que era hijo de la pareja. Este es el último capítulo de un culebrón que ha hecho que el mundo entero ponga el foco en este rincón de Asia de cuyo sistema de reinado pocos sabían antes de que la historia del rey y la modelo se diese a conocer.

Todo comenzó en enero de este año. Entonces los medios mayalos se hacían eco de la abdicación de Mohamed V tres años antes de que llegara a su fin. Era el primer monarca del país, que se gobierna mediante un sistema de monarquía constitucional electiva y de carácter rotatoria que va pasando del sultán de uno de los nueve reinos del país a otro cada cinco años, que tomaba tal decisión desde su independencia en 1957.

Lo hacía, decían, porque su matrimonio con la modelo Rihana Oksana Voevodina, de quien hasta entonces solo se sabía que tenía 25 años y que había sido miss Moscú en el pasado, era incompatible con sus funciones. Mohamed V, de 49 años y sultán del estado de Kelantan, se había casado unas semanas antes con la joven en una fastuosa ceremonia en Moscú. Ella, que se había convertido al Islam -religión mayoritaria en el país de su marido- para casarse con él, proclamaba su amor a los cuatro vientos.

A finales de mayo, la modelo dio a luz a su primer hijo, Ismael Leon. Y comenzaron los problemas. Dicen que el bebé, que ahora el padre asegura no reconocer, podría estar en la base de un divorcio fulminante que ha llegado con tanta celeridad como lo hizo la boda. De cualquier modo, hasta en su divorcio parecen no estar de acuerdo.

Según la prensa malaya además no habría sido amistoso a tenor de la forma utilizada por el exmonarca para llevarlo a cabo . Mohamed habría recurrido al triple 'Talaq' para llevarlo a cabo. Según la Sharía, basta con que el marido repita tres veces la palabra 'talaq' —divorcio— en presencia de dos testigos musulmanes para que sea efectivo.

La modelo rusa, que al parecer no estaba presente entonces, da la callada por respuesta y sigue comportándose como si nada en las redes sociales. En ella escribió hace unos días, con motivo del segundo mes de vida de su hijo, que estaba "muy orgullosa por la sangre malaya de mi hijo". E incluso hizo un amago de negativa del divorcio, algo que el abogado de su ya exmarido, echó por tierra asegurando que estaba informada desde el 22 de junio del fin de su matrimonio con Mohamed, que se ha quedado, compuesto, sin mujer, sin trono y parece que sin heredero.

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