No estaba previsto. La tarde de 'Sálvame' tenía otros temas para entretener a su audiencia diaria, pero todo cambió cuando se enteraron de que Isabel Pantoja estaba en el edificio realizando la promoción de su nuevo proyecto con Telecino. Paz Padilla comenzó a correr por los pasillos en busca de la tonadillera para que entrase en directo.
Le costó dos intentos. Pero lo consiguió. No iba sola. Entre quienes la acompañaron, un Víctor Sandoval al que le fañltó besar el suelo por el que pisaba la artista. O Gustavo González, que se llevó un 'zasca' de campeonato de la tonadillera. Pero hubo dos presencias especiales: la de su sobrina Anabel, a la que no paraba de besar y abrazar y decir lo importante que era para ella, y Mila Ximénez.
¿Alguien se imaginó que algún día Mila, que ha atizado a Pantoja hasta en el carné, terminaría abrazada a ella en medio de las instalaciones de Mediaset? Pues sucedió. Ambas firmaron la paz y se pidieron perdón, aunque realmente puede que Ximénez fuese quien más perdón debía a Isabel.
Incluso llegó a decirle que tenía las puertas de Cantora abiertas y, bromeando, la colaboradora de 'Sálvame' dijo que ya iba a ponerse manos a la obra para planear ese puente de agosto junto a la concursante estrella de la última edición de 'Supervivientes'. Porque, seguramente, ni ella misma se imaginaba que llegaría tan lejos dentro del concurso.
Mila explicó que Isabel había pedido verse con ella para agradecerle tdoo el apoyo que brindó a Kiko Rivera cuando participó en 'GH Dúo'. Y que precisamente eso, el ver la cara más tierna de la Isabel madre, era lo que le había hecho cambiar de parecer con ella e intentar darle una oportunidad sin hacer juicios acelerados.
Sin duda, lo vivido ayer es ya historia de la televisión. Tanto o más que aquella llamada interminable de hace casi un año en la que la Pantoja entretuvo a los espectadores de 'Sálvame' durante un par de horas... y gratis.
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20 de enero-18 de febrero
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