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Aún le quedan asuntos por resolver en los juzgados en relación a su divorcio de Josep Santacana, pero Arantxa Sánchez Vicario atraviesa una etapa de mucha más calma. Aunque solo sea porque el grueso de la tormenta ya ha pasado y se siente liberada. Y porque ha sido capaz de encontrar el perdón de una familia que le advirtió sobre ese hombre que no veían conveniente para ella.
TV3, la televisión autonómica catalana, ha emitido la segunda entrega de ' Quan s'apaguen els llums' con la extenista. Un espacio en el que Arantxa se ha prestado a las preguntas de Lluís Canut y en la que ha explicado cómo fue esa reconciliación que vuelve a unir a una de las sagas deportivas más importantes de nuestro país.
"Yo di el primer paso para reconciliarme con mis hermanos. Les pedí perdón y lo aceptaron. Los necesitaba, especialmente a Emilio, que siempre ha estado a mi lado", admite, a la vez que se deja entrever que fue capaz de dar un paso al frente por el bien de todos y quizás por esa situación de vulnerabilidad en la que se encontraba.
Quizás las complicaciones para manejar su tremendo éxito fueran las que la llevaran a verse en ese callejón sin salida: sola únicamente con ese hombre que para ella ya es historia y sus hijos. " Es muy difícil manejar el éxito, especialmente a los que nos llega tan jóvenes como fue en mi caso. No estás preparado para estas cosas. Cuando se nota más es cuando dejas de jugar", sentencia.
Arantxa, arropada por los suyos, ha recuperado no solo una familia, sino también una sonrisa perdida hace años. Se puede ver claramente a lo largo de esa entrevista en la que ha desvelado al mundo que las cosas entre ellos vuelven a fluir.
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