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Teniendo un capital y un patrimonio como el de Cristiano Ronaldo, desde luego que lo más sensato es tener un testamento hecho. Se estima que el delantero portugués tiene una fortuna que asciende a 300 millones de euros. Y subiendo, porque la Juventus de Turín le paga 30 millones por temporada.
En los últimos días, ha viajado a su país para hacer unas variaciones en su testamento. La principal, según informan desde la prensa portuguesa, era poner a su madre, Dolores Aveiro, como administradora en el caso de que falleciera y hubiese que realizar el reparto de todo ese patrimonio según su última voluntad.
La segunda, que ha incluido a Georgina Rodríguez, madre de su hija Alana Martina, dentro de ese reparto. La última vez que Cristiano efectuó un cambio en el testamento fue en 2017, y por aquel entonces la modelo no estaba en su vida. Ahora, con o sin boda de por medio -algunos aseguran que lo habrían hecho en secreto-, esta ya tendría ciertos privilegios en caso del fallecimiento del delantero.
Algunas voces sostienen que podría ser la mala relación entre Dolores y Georgina lo que ha llevado al futbolista a tomar esta decisión, buscando que, el día que él falte, no haya disputas entre ellas. Un gesto con el que allanar el camino a una y a otro y con el que dejar claro que ambas juegan un papel fundamental en su vida.
Todo esto sucede mientras su hermana Katia ha vuelto a dar a luz. Cristiano tiene, desde ayer, un nuevo sobrino que no ha llegado a tiempo para que lo incluya en esa modificación del testamento. Quizás, si se lo gana, tenga una oportunidad para la próxima vez...