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Las fotos del deterioro físico del príncipe Andrés en Sotogrande

El duque de York está disfrutando de unos días de descanso en la urbanización gaditana de Sotogrande junto a su exmujer, Sarah Ferguson.

EL príncipe Andrés jugando al golf en Sotogrande. / Agencias

Corazón .
Corazón .

La tormenta parece haber estallado cerca de palacio y los nubarrones no se han alejado, y eso que él ha intentado escapar a tierras más cálidas. Al príncipe Andrés de Inglaterra le está costando mucho pasar desapercibido estos días en los que su nombre resuena en diversos medios de comunicación.

El caso Epstein ha explotado con el suicidio del magnate, acusado explotación sexual el pasado 10 de agosto en su celda, tres semanas antes de que comenzase el juicio contra él y el juez dirimiera si era culpable o no de todos los cargos que se le imputan. Y ahora que las víctimas claman que el caso no se dé por cerrado pese al deceso del principal acusado, el nombre del príncipe Andrés no termina de verse desligado del de Epstein, y eso que envió un comunicado para asegurar que lo trató "de forma poco frecuente".

Admite, eso sí, que se había alojado "en algunos de sus domicilios", pero rechaza conocer lo sucedido: "En ningún momento durante el tiempo limitado que pasé con él vi, presencié o sospeché ningún comportamiento del tipo que llevó a su detención".

Por eso, mientras la prensa británica habla de él, el hijo de la reina Isabel de Inglaterra ha decidido mantenerse en un segundo plano y venir a España junto a su exmujer, Sarah Ferguson. Según les mostramos en estas mismas páginas la semana pasada, la expareja llegó hace unos días al aeropuerto de Málaga y desde allí se desplazó a la lujosa urbanización de Sotogrande, en Cádiz.

Allí Andrés intenta mantener un perfil bajo mientras se dedica a descansar y a disfrutar de una de sus grandes pasiones: el golf. El duque de York ha estado estos días jugando en Cádiz en el Real Club Valderrama, un exclusivo espacio con acceso restringido en el que se han celebrado torneos tan prestigiosos como la Ryder Cup.

Durante sus ratos entre hoyos, hierros y palos no le acompañaban ni su exmujer, con quien la rumorología le sitúa muy cercano en los últimos tiempos, tanto como para llegar a hablar de un conato de reconciliación entre ellos que no es nueva, ya que los comentarios al respecto se repiten de manera cíclica casi cada año sin que los protagonistan aclaren si hay algo de cierto en él.

Tampoco se ha dejado ver ninguna de sus dos hijas, las princesas Eugenia y Beatriz, que según diversos medios podrían haber pasado unos días con sus padres en este enclave gaditano, aunque de la llegada de las nietas de su graciosa majestad no hay testimonio gráfico como sí lo hubo de la llegada del duque de York y Fergie.