El mismo efecto que la Kina San Clemente: “Da unas ganas de comerrrrr”. Lo decía Kinito en aquel viejo anuncio de televisión. Al salir de ver ‘El cocinero de los últimos deseos’, de Yôjirô Takita (‘Despedidas’), enfilas el camino de un restaurante japonés. Puede que no les guste el pescado crudo. Ni las películas japonesas. Da igual, el plato más apetitoso es un sándwich de carne empanada. Vale, wagyu katsu. Un cocinero dotadísimo y arruinado trata de encontrar un legendario libro de recetas.
La película transcurre en dos épocas, la actual y los años 30 en Manchuria, donde el cocinero de las recetas había sido encargado de hacer un banquete de 112 platos para el emperador. La trama y el desenlace pueden resultar un cuento infantil (lo que no es malo), pero esta película de corte clásico se disfruta de principio a fin salivando. Con ‘oooohs’ y ‘aaaaaahs’ de admiración. Compartiendo ruiditos de gula con los otros espectadores.
Richard Wrangham (1948) es un primatólogo británico que empezó su carrera con Jane Goodall y fue amigo de Dian Fossey. También estudia la evolución humana, la violencia y la cocina. Wrangham sostiene que nuestro éxito evolutivo es el resultado de la cocina. En su libro ‘En llamas’ (Capitan Swing) explica cómo hemos llegado a ser la especie inteligente y social que somos. Y no es por nuestra adaptabilidad, sino por el cambio de alimentos crudos a cocidos. Esa fue la clave de la evolución. Al empezar a cocinar, el tracto digestivo se contrajo y el cerebro creció. En lugar de perder el tiempo masticando, el hombre podía dedicarse a otras cosas, aunque estas fueran cazar o cuidar el campamento. La cocina es responsable de la creación del hogar y de la pareja. También de la división sexual del trabajo. La humanidad comenzó con el uso del fuego, aunque algunos antropólogos discrepan. Creen que antes que la cocina fue el consumo de carne lo que provocó el cambio evolutivo a tripas más pequeñas y cerebros más grandes. En todo caso, su teoría es estimulante.
Superhéroes otra vez. Sí, pero revolucionando el concepto con héroes tirando a villanos. En ‘The Boys’ (Amazon Prime Video), de la que ya se está rodando la segunda temporada, los justicieros son unos corruptos que trabajan para empresas vendiendo películas, camisetas y videojuegos. Son acosadores sexuales y tienen problemas de ira. La CIA crea un equipo de élite (The Boys) para frenar el desmadre. Seth Rogen, Evan Goldberg y Eric Kripke, los creadores de la serie, han adaptado el cómic de Garth Ennis dándole toques de James Ellroy (cosa que el autor tenía en su cabeza). Hay escenas brutales tan sencillas, como un superpuño impactando en carne humana. Pero no es la violencia lo que ha molestado a Amazon, que pidió que quitaran una sola escena, una en la que el Patriota, de pie sobre una de las águilas del edificio Chrysler, se masturbaba diciendo que podía hacer lo que quisiese y eyaculaba sobre Nueva York. Sus responsables dicen que la segunda temporada, con más medios, va a ser mejor que la primera. Veremos. Con la primera han cumplido. Es una de las producciones más innovadoras de este año.
Una adolescente desaparece en un pueblo inglés. Los vecinos se involucran en la búsqueda, llegan los periodistas y las fuerzas policiales se multiplican. La búsqueda se prolonga durante meses. En ‘El embalse 13’ (Asteroide, a la venta el 2 de septiembre), Jon McGregor dedica un capítulo (más bien un párrafo) a cada mes. No es una novela sobre una desaparición sino sobre una pequeña comunidad y sus vecinos, que siguen con su vida mientras se busca a Rebecca Shaw. “Corrían rumores, solo rumores sobre el paradero de los padres. Se decía que estaban fuera de sí”. Es posible que el autor juegue con las expectativas de lector por el planteamiento inicial , pero el crimen nunca fue lo importante de la historia. Lo era el paso del tiempo y la rutina. Este retrato primoroso del paso del tiempo demuestra que lo normal es que la vida siga sin explicaciones.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?