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Fue el pasado miércoles 4 de septiembre cuando un miembro de la Guardia Civil encontraba el cadáver de Blanca Fernández Ochoa. Acababa así la agonía de su familia, que durante días mantuvo la esperanza de encontrarla con vida. Su búsqueda por las Dehesas de Cercedilla mantuvo en vilo al país hasta que la Policía encontró su cuerpo en la zona del Pico de la Peñota doce días después de su desaparición.
Adrián Federighi, cuñado de la exdeportista, explicaba cómo Blanca había salido de su casa —la suya y la de su hermana, en la que llevaba viviendo unos nueve meses— en la mañana del 24 de agosto, no en la del 23 como aparecía en los carteles de la policía y de la organización SOS desaparecidos. Que era la hija de la exesquiadora, Olivia, quien les comunicó que su madre iba a estar cuatro días en la montaña. Y que como al quinto día no había dado señales de vida —fue en ese momento también cuando se percataron de que se había dejado el móvil en casa, algo habitual—, se denunció la desaparición en la comisaría de Las Rozas.
Dos días después de que la policía diese la alerta, el coche de Fernández Ochoa aparecía muy cerca en la localidad madrileña de Cercedilla, un pueblo de buenos recuerdos y llenos de cariño para toda la familia. En seguida, decenas de voluntarios, con unas características de forma física muy específicas, comenzaban a rastrear la zona para intentar dar con ella. Un operativo que, con el paso de los días, fue reduciendo efectivos, un modus 'operandi habitual' en estas situaciones.
La familia, en todo momento, ha apoyado la tesis del accidente. Hay que recordar que, desde esa desaparición, ha habido tormentas muy fuertes, una el 26 de agosto especialmente dura, que podrían haber provocado un mal paso en una persona que conocía el terreno como la palma de su mano. Hacía Adrián hincapié en esta hipótesis en todas sus intervenciones públicas para disipar la sombra de que quisiera quitarse la vida. Desmentía a la vez que estuviese pasando por un mal momento anímico o económico.
Por el contrario, dibujaba una situación de plena normalidad, con su divorcio, acontecido hace dos años, plenamente superado, así como la ruptura de su última relación sentimental, con Ernesto, un amigo de la familia que participa en las labores de búsqueda. También la muerte de su hermano Paco, hace 12 años, a quien estaba profudamente unida. Fue él su espejo para comenzar a practicar el deporte que le dio la gloria y a labrar su espíritu de superación. A la vez, alejaba la idea de que el trastorno bipolar que se le diagnosticó de pequeña fuese un detalle importante para el devenir de los hechos.
La conmoción en la sociedad española brotaba desde que veían ese anuncio de que estaba en paradero desconocido. Blanca, fuera del foco mediático desde hace muchos años, fue la primera mujer de nuestro país en colgarse una medalla olímpica. ¿Cómo olvidar ese bronce que consiguió en la prueba e eslalon en Albertville en 1992?
Su palmarés, en el que figuran cuatro Copas del Mundo de esquí o la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo, hizo que se ganara un hueco en la historia de nuestro deporte. Su carácter afable y su amabilidad, que fuese una persona muy querida entre todos los que la conocían. Sus vecinos de ese chalé de Las Rozas en el que vivió 12 años —algunos aseguran que lo vendió justo antes de irse a vivir a casa de su hermana y su cuñado; otros, que estaba de alquiler—, han puesto de relieve estos días que, por encima de todo, era una madraza.
No obstante, su última publicación en Instagram es una foto junto a sus dos hijos y junto a la que escribe: "Mis medallas". Precisamente su Instagram fue centro de una de las controversias de este caso. Con ella desaparecida y el teléfono en casa, se dio un like desde su perfil a una foto de su hija. Esta última tuvo que explicar que fue ella misma con ese teléfono que su madre se había dejado olvidado en casa quien, por error, dio ese polémico 'me gusta'.
La consternación crecía con el paso de los minutos, las horas y los días hasta que el miércoles fue encontrado su cuerpo sin vida en la zona del Pico de la Peñota en la sierra de Madrid. La investigación esta en curso y serán las autoridades competentes quienes informen de qué fue lo que se llevó la vida de Blanca. Mientras, la familia y las autoridades pedían respeto a los medios de comunicación.