Tengo la suerte de haberme criado bajo la tutela de los mejores periodistas de este país, esos que fundaron periódicos y que han influido en el cambio político y social.

De ellos aprendí a investigar, a pasarme horas buceando en las redes sociales de los famosos, a pasearme por sus barrios, a frecuentar los mismos lugares con tal de obtener una pista. 

Por eso hace unos meses convertimos una pista en una búsqueda en coproducción con Grupo Diarma, el equipo de Diego Arrabal, un ‘paparazzi’ de los que cruza el charco y se tira como en esta ocasión 16 días con tres personas tras el rastro, en este caso, de Alejandro Sanz. Es cierto que no emprendieron el viaje hasta que desde la redacción de ‘Corazón’ no le dimos una fotografía y todos los datos de Rachel Valdés, la nueva pareja del cantante. Durante semanas, hemos volado de Washington a Nueva York, pasando noches en Orlando y Miami en busca de una prueba gráfica que impidiera que nuestra investigación fuera examinada y puesta en duda. Reconozco que no tengo paciencia y muchas noches he estado a punto de tirar la toalla o publicar sin más pruebas la información. O peor aún, no contárselo a nadie. Pero la paciencia es algo que los ‘paparazzis’ si tienen, los periodistas no y en la era digital, menos aún. Hemos pasado noches infructuosas, hemos gastado mucho tiempo y dinero, pero al final ha merecido la pena. Y ojalá la vorágine, la actualidad, no nos haga perder el interés por esos temas de relevancia internacional que no llegan de la noche a la mañana, pero que haberlos, haylos. Esta publicación fue la que confirmó la separación del cantante el pasado mes de julio, aunque muchos intentaron ponerla en duda durante días. En aquella ocasión, contamos con la ayuda de nuestro colaborador Aurelio Manzano. Esta vez, hemos cruzado el charco y nos hemos demostrado una vez más que los ‘paparazzis’ forman parte de nuestro equipo.