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Hace un par de años, estuvo a punto de dejar el baloncesto. Ricky Rubio fue azotado con uno de los golpes más duros que uno puede recibir: la pérdida de su madre. Por eso, el pasado domingo, cuando se proclamó campeón del mundo de baloncesto en China, quiso mirar al cielo y dedicarle el triunfo que no pudo compartir con ella al lado.
"Gracias por guiarme. Te quiero, mamá", escribía en catalán junto a una imagen con una mano en el corazón y la otra apuntando al cielo, hacia donde miraba. Un triunfo doble, porque fue nombrado MVP del campeonato.
Así que ayer tenía mucho que celebrar. Lo hizo, como todos sus compañeros. El avión fue recibido por unos enormes chorros de agua en el aeropuerto de Madrid. Hicieron las visitas institucionales de rigor y terminaron con un baño de masas en la Plaza de Colón. Una fiesta en la que estuvieron acompañados por sus parejas.
Ricky Rubio besa a su novia en la celebración del Mundial de baloncesto. /
Fue en ese momento cuando las cámaras captaron como Ricky, uno de los héroes del segundo título mundial de la historia de nuestro baloncesto, le plantaba un beso a esa muchacha de Badalona que ha sido su soporte en los momentos más complicados de si vida. Por eso, también quiso compartir el triunfo con ella... y con su madre.