En cuestión de días, un derrame cerebral se llevó por delante la vida de Luke Perry. Han pasado siete meses desde que el mundo llorase la pérdida del mítico Dylan de 'Sensación de vivir' y, ahora, sus hijos han recibido la herencia que les dejó el actor con su fallecimiento.

Ha sido el medio 'online' estadounidense 'Blast' el que ha destapado los detalles del legado que les dejó a Jack y Sophie, sus descendientes. Para empezar, desde ahora son los propietarios legales de la casa que Luke tenía en Los Ángeles y que está valorada en 1,8 millones de euros.

También es suya ya la granja que Perry poseía en Tennesse y de la fortuna que logró amasar gracias a su trabajo. La cuantía de esta última no ha sido desvelada, pero a juzgar por el valor de sus propiedades, sus hijos van a llevarse un buen pellizco con el que poder comenzar un nuevo camino en la vida.

Hace unos días, ambos, cada uno en su perfil de Instagram, le felicitaban por el que habría sido su 53 cumpleaños de no haberse cruzado en su destino ese derrame que acabó con su vida.