Desde que estallara la guerra, de manera pública, entre Antonio David Flores y Rocío Carrasco, si algo hemos tenido claro, es que sus hijos se han posicionado del lado del padre. Sobre todo, su hija, Rocío, que no ha dudado en manifestar el apoyo al exguardia civil, de manera especial en las redes sociales.

Pero, ¿y si esa relación no fuera tan idílica como nos cuentan? Era Gustavo González quien sembraba la duda ayer en el plató de 'Sálvame'. "Rocío Flores es muy crítica con su padre y considera que hay cosas que le han perjudicado con su madre", eran las palabras del colaborador, que aseguraba que, incluso, le había reprochado a Antonio David algunos de los comentarios públicos realizados sobre su madre.

También aseguraba que, en edición de 'Supervivientes' en la que participó su tía Gloria Camila, estaba previsto que Rocío la visitara en la isla, pero que este se lo prohibió de manera taxativa. Y que, tal y como le ha revelado el entorno íntimo del concursante de 'GH VIP 7', todo lo que su hija dice en los platós para defenderle, contaría con su visto bueno.

Y eso que le hemos visto preocupado dentro de la casa, asegurando que prefiere quedarse corto y que le echen antes de Guadalix de la Sierra, antes que dar detalles demasiado explícitos sobre sus problemas con su exmujer y poner en un brete a su hija, inexperimentada ante las cámaras hasta hace un mes.

Lo cierto es que, de ese capítulo que habría sucedido en 2012 y que habría supuesto el punto y final en la relación de Rocío con su madre, poco se sabe. Y ella, más allá de confirmar que es cierto que lleven siete años sin hablarse, no va a dar detalles. Es más, ya ha dejado claro que abre una puerta a la reconciliación con Carrasco. Una sentencia que muchos sostienen que también fue acordada con su padre antes de que este se marchara al concurso de Telecinco.