Fueron muy amigas, pero ahora no se hablan. Belén Esteban rompía hace unas semanas su amistad con Rosa Benito por culpa de un tuit . Con Chayo Mohedano, hija de esta, ya había roto hacía tiempo. Una y otra parte saben mucho de la vida de quien, en su día, fue apoyo y consuelo. Sin embargo, ayer se ofrecía un testimonio en 'Sálvame' que indicaría una traición por parte de madre e hija con la de Paracuellos del Jarama.
Era Sandra Bruman quien hablaba por teléfono con una redactora del programa y le aseguraba que Chayo y Rosa le habían hablado en términos poco amables de Belén. Concretamente hablaba de un episodio en el que la cantante había ido unos días en verano a Benidorm a casa de la Esteban y que aseguraba que su familia era insoportable y que no paraban de gritar.
Hablaba también de cómo Benito se pavoneaba de la cantidad de audiencia que le daba al programa, como tratando de hacerse la imprescindible en el mismo a través de su propio discurso. Bruman sostiene que, si la llaman para volver a 'Sálvame', Rosa ni se lo pensaría.
¿Cómo le sentaron estas palabras a Belén? "No me lo creo". Fue tajante. Recordaba cómo, días después de volver de ese viaje de Benidorm, su padre murió. "Imagínate los gritos que había en esa casa", manifestaba, apoyando que Chayo, que volvió conduciendo el coche del padre de Belén en ese viaje, no habría sido capaz de contar así las cosas. Sí se creía lo de la audiencia de Benito, algo de lo que se ha hablado, por activa y por pasiva, en el plató de 'Sálvame'.
Kiko Hernández, que ha trabajado con Sandra, salía en defensa de esta, porque "nunca la he pillado en un renuncio", y en cambio, "a Chayo la hemos pillado en 1.500 renuncios". Belén insistía en que no se lo creía, dando la cara por ellas, con las que mantiene un tenso enfrentamiento público.
En realidad, la guerra es entre una Rosa que se encuentra feliz en 'Viva la vida' y que ha respondido a lo que ha considerado ataques directos por parte de los que fueron sus compañeros.