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Kate Moss, reina de las fiestas más salvajes

Lleva más de 30 años triunfando. Y liándola. Ahora presume de sobriedad. Pero aún sabe divertirse. Su última juerga duró toda la noche y fue en el mítico Orient Express…

Kate Moss / gtres

carlos gonzález

Su mejor amigo, el peluquero James Brown, cumplía 50 años. Así que Kate Moss, Sadie Frost —ex de Jude Law— y demás miembros de la pandilla optaron por un plan muy especial: viajar en el tiempo. Hacia atrás.

O sea, se disfrazaron como si estuvieran en los locos años 20 y se subieron al Orient Express, donde pasaron toda la noche, para despertar al día siguiente en Venecia.

¿Coste de la broma? Unos 7.000 euros por cabeza. Más los vestidos de seda y demás extras. Como los pijamas de leopardo de la firma Yolke que lucían las invitadas. Más de 420€ cada uno.

Claro, que tratándose de Kate Moss casi parece una excursión de colegio. Y es que la modelo ya ni bebe ni se droga. Nada que ver, por ejemplo, con su primer desfile importante. Fue para Galliano y tenía 15 años. Al terminar, pilló la botella de champán y ya no la soltó hasta que acabó en el suelo. A la mañana siguiente perdió el avión y unos cuantos días de clase.

Para su primera portada tuvo que desnudarse. Se lo exigió la fotógrafa. Amenazaron con no volver a contratarla. Tenía 16 años. " Me encerré en el baño y lloré. Luego salí y lo hice", recordó después.

A los 17 protagonizó su campaña más recordada: la de Calvin Klein de ropa interior junto a Mark Wahlberg. Ella no le soportaba y sufrió una crisis nerviosa: "Me sentía muy mal sentada a horcajadas sobre ese tío cachas. No me gustaba. No pude salir de la cama en dos semanas. Pensaba que iba a morir".

Sus adicciones

Por su delgadez y fragilidad, empezaron a hablar de ella como la musa del heroin chic, esa moda de los 90 que consistía en parecer yonqui. Hasta Bill Clinton dio la impresión de regañarla: "No tenéis que 'glamurizar' la adicción para vender ropa", dijo a la prensa.

Aunque Moss eso siempre lo ha negado: "Nunca he tomado heroína. Yo era delgada porque trabajaba muy duro. No había comida y nadie te sacaba a comer. Solo lo hizo una vez Carla Bruni porque es encantadora", contó a 'Vanity Fair'. Lo mismo dice de la anorexia. No la sufrió.

Lo de la cocaína, en cambio, lo vimos todos. Esnifó cinco rayas en 40 minutos sin saber que la estaban fotografiando. La acompañaba Pete Doherty, politoxicómano reconocido y uno de sus novios más chungos.

El escándalo podría hacer tumbado su carrera, pero se reforzó. Facturaba cinco millones de dólares. Al año siguiente fueron ocho y después, nueve.

Tampoco pudo con ella Johnny Depp, aunque Moss se pasó años llorando tras la ruptura. Salieron entre 1994 y 1998. Una noche, él destrozó la habitación de hotel en la que estaban. Acabó arrestado y con una factura de 10.000 dólares por los daños.

También la ha liado en algún que otro avión. En 2015 la expulsaron de uno. Dijeron que se puso agresiva, que insultó a la tripulación y que bebió más de la cuenta. Los pasajeros la defendieron. " Estaba muy divertida", dijeron. Volvía de un cumpleaños. Esperemos que esta vez la fiesta haya acabado mejor…

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