A sus 81 años, con un auténtico carrerón a sus espaldas y una más que saneada economía (fruto de su ‘status’ de estrella de Hollywood y de su divorcio de Ted Turner), Jane Fonda está más allá del bien y del mal. La actriz, a la que bastaban apenas unos segundos en pantalla para comerse a todo el reparto de 'The Newsroom', sigue triunfando en televisión con 'Grace & Frankie', una serie que muestra el sexo y otras realidades de la tercera edad con valentía y humor. A Jane Fonda no le hace falta promoción alguna, ni para su biografía ni para su ficción: ella sigue siendo un icono, un referente. Por eso, verla cada viernes en la escalinata del Congreso, en Washington, siendo detenida por la policía durante las manifestaciones contra el cambio climático tienen un impacto impagable para la causa ecologista que moviliza a los nuevas generaciones. Incluso tuvo la osadía de dejar grabado su discurso de agradecimiento por el premio Britannia de la Academia del Cine Británico mientras era esposada. Sin perder la compostura ni la elegancia: pocas veces un arrestado queda retratado con tanta dignidad como Jane Fonda.
No es una terminal de aeropuerto. La T2 es, según la nomenclatura seriéfila, la segunda temporada. Hay dos tipos de 'segundas temporadas': las que estaban claramente concebidas desde su inicio (ya fuera por tratarse de una adaptación de novelas o cómics, o porque su 'showrunner' tiene en mente la primera y su secuela como un todo) y las que son fruto de un éxito que, según los casos, obliga a improvisar. En este caso, la T2 suele responder a una fase de transición en la que se recolocan todas las piezas para iniciar un nuevo comienzo en la T3.
En este proceso, algunas queman su prestigio. Es el caso de 'La casa de las flores', a quien la marcha de su estrella, Verónica Castro, ha infligido un daño que no por esperado es menos contundente (no sabemos si ha influido también una cierta precipitación, porque hay episodios tan mal escritos como dirigidos, por no hablar del tremendo error de 'casting'). Tras el batacazo de la crítica, suponemos que también de visionados, habrá que ver cómo remonta: 'Paquita Salas' supo conseguirlo. Estamos pendientes de '‘Succession' y 'El método Kominsky', entre otras, a las que no deseamos la suerte que corrió 'Sense8', cuya demencial resolución fue peor que dejarla inconclusa.
A Mila le dieron el suero de la verdad y adelantó la Navidad dos meses montando el belén y regalando a la audiencia una de esas trifulcas a las que es tan dada cuando se le cruza el cable. Ahora resulta que Mila necesitaba un suero para ser ella misma, para decir las cosas a la cara, para confesar sus filias y fobias. Caramba. Y nosotros que creíamos que la colaboradora iba siempre con la verdad por delante… Pues menudo invento el suero ese, que uno no sabe de quién es la receta, pero solicita a Telecinco que la vaya registrando porque promete momentos gloriosos en una cadena en la que colaboradores e invitados viven a costa de sus dobleces y secretos.
¡Ay, si hubiera existido ese mejunje milagroso en los tiempos de 'La máquina de la verdad'! Pero están a tiempo de procurar una dosis a quienes se enfrenten al polígrafo: imagínense ustedes escuchando, al fin, toda la verdad de Bárbara Rey, por ejemplo, que lleva desde la Transición contando variaciones sobre el mismo tema, pero siempre conservando parte de un misterio que le ha dado para comer varias décadas. Se acabarían los burdos montajes y chanchullos, al cuerno con todas las mentiras… Mila ha sido una cobaya excepcional: que le dejen el suero en la mesilla de noche a ver si así llega a la final.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?