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No le gusta hablar de su vida privada. De hecho, cuando se publicó la noticia de que tenía planes de boda, el cabreo con la prensa fue monumental. Rafa Nadal es un hombre discreto en lo que pasa de puertas para adentro de su casa se refiere y, por eso, la manera que eligió para cerrar 2019 en su cuenta de Instagram sorprendió a todos.
El tenista, que acabó el año como número uno del 'ranking' ATP tras unos meses espectaculares raqueta en mano, quiso regalar a sus 'followers' (casi 8 millones y medio) una imagen de su boda con Xisca Perelló que no había visto la luz. Una foto inédita, de las de su álbum personal, con la que agradecer a los incondicionales el apoyo brindado en uno de los mejores años de su vida.
"Ya para despedirme de todos vosotros os dejo este último gran recuerdo del 2019 y aprovecho para desearos todo lo mejor para el 2020", escribía el manacorí junto a esa instantánea que es la viva estampa de la felicidad que experimentó la pareja el pasado 19 de octubre.
Rafa siempre ha sido muy discreto en lo que concierne a su vida sentimetal. También Xisca. Así que, este gesto sorprende. No así la respuesta que le dio a un periodista tras su pronta eliminación del Master de París, el primer torneo como hombre casado, cuando este puso sobre la mesa la posibilidad de que el anillo le hubiese jugado una mala pasada.
Nadal ha dejado claro que no deja a nadie entrar en esa parcela. Que la tiene bien custodiada bajo varios candados. La imagen compartida no es más que la señal inequívoca de que tiene el control sobre su intimidad y muestra justo lo que quiere en el momento que le apetece.