Confidencias: mereció la pena

Era octubre de 2014, cuando asistí a la presentación del libro de María Teresa Campos 'Amar, ¿para qué?' (Ed. Planeta), una reflexión sobre el amor romántico, algo que desmitificaba, aunque en el fondo es una romántica como lo somos todas. Ella ha sido generosa en el amor y el amor con ella, aunque a la vista está que nada es perfecto.

Lo había escrito antes de empezar a salir con el humorista Edmundo Arrocet, con el que ha roto esta semana , al menos públicamente, tras seis intensos años de relación. En el libro, Campos se preguntaba para qué perdió el tiempo con algunas personas y, sobre todo, con algunos hombres. ¿Mereció la pena? Eso solo ella lo puede responder.

En su vida ha tenido varias relaciones y la mayoría serias y muy duraderas, lo que dice mucho de su seriedad a la hora de buscar parejas. Vamos que no se va con cualquiera. Por eso, ni al comienzo ni ahora al final de su relación con el humorista chileno quiere que hablen mal de él y menos aún que lo señalen como el culpable. El amor es cosa de dos y todos sufrimos y cometemos errores. Y aunque ella intentase desmitificar con su pluma el amor, su corazón dice lo contrario.

De ahí que sus hijas hayan dicho en público que la están arropando en estos momentos y que lo esta pasando mal. Lo contrario no sería humano. Campos es mucha Campos y, hasta ahora, se había negado a que su corazón dejase de latir y así debe seguir siendo. Hay mujeres que vienen al mundo para amar y María Teresa Campos es una de ellas, al igual que lo fue la duquesa de Alba.

Dejemos que el tiempo cure las heridas. Para el recuerdo queda esa imagen del beso entre ambos en el embarcadero de Canarias mirando al mar que yo publiqué en exclusiva en 'El Mundo' en agosto de 2014. Eso es el amor, momentos imborrables que, seguro, le han merecido la pena.