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La mayoría de las imágenes que hemos visto estas Navidades de Sara Carbonero e Iker Casillas, han sido en Corral de Almaguer, la localidad toledana que vio crecer a la periodista. Allí, ella se ha encargado de colgar fotos con sus primos y demás familiares, con los que mantiene una excelente relación y que les recibieron con los brazos abiertos tras un 2019 especialmente duro en el terreno médico.
Quizás esas vicisitudes de salud son las que hayan llevado al matrimonio a intentar dejar el pasado atrás y hacer borrón y cuenta nueva con los padres del portero, con los que mantenían una relación tirante desde hace unos años. Estas fiestas han servido para pasar unos días, también, con José Luis y Mari Carmen, progenitores de Iker, y dejar imágenes de normalidad.
Es la revista 'Semana' la que ofrece esas fotos por Móstoles, en Madrid, en las que se ve cómo habrían retomado la relación para no tener que lamentarse en un futuro. Cuando uno se encuentra ante un infarto, como Casillas, o un cáncer, como Carbonero, el panorama cambia mucho y se reflexiona.
Hasta el punto de enmendar los errores del pasado. Seguro que el calor de la mesa familiar navideña ha jugado a favor de obra para lograr este acercamiento que, ahora, tendrán que mimar para que no se convierta, de nuevo, en problema. Iker y Sara regresan a la rutina con mucha más paz de la que tenían al abandonar Oporto a finales de diciembre.