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Julián Contreras, un año alejado de los medios: así es su nueva y anónima vida

Julián Contreras ha tomado la decisión de apartarse del foco mediático y vivir más tranquilo. ¿Qué ha sido del hijo de Carmina Ordóñez? ¿A qué se dedica? Respondemos.

Julián Contreras lleva un año completamente alejado de los medios. / gtres.

Hoy Corazón
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Hubo un tiempo en el que Julián Contreras vendía su vida. Cada detalle. Cada instante del sufrimiento que comenzó con la muerte de su madre, Carmina Ordóñez, y que mutó en un mal rollo, con paréntesis de luz, con sus hermanos Francisco y Cayetano Rivera. Julianín, fue portada de revistas y sentó en numerosos platós. No dejó nada por contar.

Sin embargo, de la noche a la mañana, desapareció a los ojos de la opinión pública. De eso hace un año. Sus activas redes sociales (sobre todo Instagram), dejaron de enseñar al mundo todos y cada uno de sus pasos. Y hace ya tres meses que estas se han reducido a la mínima expresión.

El punto de inflexión en esa nueva vida que parece haber escogido Julián lo tenemos al concluir su colaboración en el espacio televisión 'Corazón', de TVE. Desde entonces, sus apariciones públicas han sido testimoniales. Y las veces que se ha colocado delante de una cámara se cuentan con los dedos de una mano. De hecho, el interés que despierta ha decrecido tanto, que tampoco los 'paparazzi' buscan imagen alguna de él.

Ante este escenario, en el que el personaje ha pasado a un discretísimo segundo plano, la pregunta que puede hacerse mucha gente es: ¿a qué se dedica? Porque no olvidemos que, antes de que decidiera esfumarse, se habló largo y tendido de sus deudas y los problemas económicos que les ahogaban a él y su padre. de hecho, llegó a pedir ayuda a Rappel, con quien compartió experiencia en 'GH VIP' para encontrar un trabajo y levantar cabeza.

Lo poco que se sabe de él, que hoy celebra su 33 cumpleaños, es que es relaciones públicas de un bingo de Móstoles, localidad madrileña. Un trabajo en el que debe estar muy centrado. Y que, mejor o peor pagado, puede ser el que le haya reportado esa calma que, quizás, llevaba tiempo pidiendo a gritos.