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Taika Waititi siempre es una garantía. Al menos desde que vimos el falso documental sobre vampiros 'Lo que hacemos en las sombras'. Hitler también es una garantía. Al menos en una película. 'Jojo Rabbit', que el neozelandés ha escrito, interpretado y dirigido, es una comedia negra donde un solitario niño alemán tiene como amigo imaginario al Fuhrer. Una parodia de Hitler. Jojo Betzler tiene 10 años, no tiene padre, cree en la causa aria y poco a poco empieza a entender, gracias a su madre (Scarlett Johansson) y a una chica judía de qué va el asunto.
No se trata de blanquear con el humor sino de demostrar que a los nazis solo se les podía seguir desde la estupidez o la niñez. Ni qué decir que los chistes son sobre los nazis, no sobre el Holocausto. Un tono a lo Wes Anderson en 'Moonrise Kingdom' y una película que supera el sentimentalismo de 'La vida es bella', película que molestaba tanto a Simone Veil porque decía que eso nunca había pasado. Lo de 'Jojo Rabbit' tampoco. Pero aquí da igual.
Recién estrenado 2020, no puedo dejar escapar uno de los mejores y más sorprendentes libros de 2019, 'Otra vida por vivir (Galaxia Gutenberg), de Theodor Kallifatides, griego nacido en 1938 que emigró a Suecia en 1964 (escribe en sueco), aunque la de Sema Ancira es una traducción del griego moderno. Leyendo esta pequeña maravilla entendemos por qué esta meditación solo ha podido escribirse en griego.
El autor viaja a Grecia natal para recuperar la fluidez del lenguaje. Se reconcilia con el envejecimiento y repasa los problemas de la Europa contemporánea y el mundo cambiante. Es el de Kallifatides un libro que habla de literatura, de democracia, de lenguaje, de memoria, de inmigración, de pertenencia, de desarraigo, de envejecimiento, de muerte. De la vida.
Ramy Youssef es un cómico que ha hecho una serie de televisión con su nombre. ¿Otro? Bueno, a diferencia de Louis C.K., Aziz Ansari o Larry David, él no habla de su profesión. La serie, que se puede ver en Starzplay, va sobre un tipo musulmán de veintitantos de Nueva Jersey. Hijo de inmigrantes egipcios, vive entre la moralidad de la comunidad musulmana, sus amigos 'millenials' sin preocupaciones y un dios que todo lo ve.
Es practicante, se aviene a buscar novia de su religión, respeta a su familia (su adorable madre es Hiam Abbas, la Marcia de 'Succesion') y tiene un amigo con distrofia muscular, que también es el mejor amigo de Youssef. Lo mejor es que es el personaje más asqueroso de toda la ficción. Como si Pablo Echenique fuera el tipo más odioso de Podemos. Es una serie muy divertida, pero hay más. En un 'flashback', Ramy recuerda cómo la relación con sus amigos cambió tras el 11 de septiembre.
Si una biografía es muy gorda tiene muchas posibilidades de que se la califique como 'la definitiva'. Le pasa a 'M. El hijo del siglo' (Alfaguara), de Antonio Scurati, nacido en Nápoles en 1969. Es una obra monumental fruto de una investigación de años. Y es la primera parte de una trilogía que acabará con la muerte de Mussolini en 1945. Una biografía novelada que retrata de manera desprejuiciada el ascenso al poder del dictador italiano.
Scurati la llama novela-documental porque nada está inventado. El autor está convencido de que una vez terminada, el lector se hará más antifascista. Difícil si tenemos en cuenta que ahora estamos rodeados de fascistas (si no lo somos cada uno de nosotros). 827 páginas.
Épica y crónica del nacimiento de una dictadura. Los primero cinco años de formación del fascismo (desde 1919 a 1925, el comienzo oficial del régimen). Una historia fascinante donde cada capítulo está encabezado por una fecha y un personaje. Aunque el protagonista es el pueblo italiano. Tenemos un Mussolini director de ‘Il Popolo d’Italia’ y la violencia de los camisas negras. Si prefieren un libro menos definitivo, pero un clásico, ahí tienen ‘Muss. El gran imbécil’ (Sexto Piso), de Curzio Malaparte.