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Benedicta Sánchez, nominada a los Goya 2020 en la categoría de mejor actriz revelación. Pincha sobre la foto para ver las mejores actrices revelación de la historia de estos galardones. /
La historia reciente de los Premios Goya tiene dos nombres de mujeres de edad más que avanzada que, sin embargo, aceptaron el reto de ponerse delante de una cámara por primera vez y llegaron a optar al premio. Una es Carmina Barrios, la incorregible madre de Paco León. La otra, Antonia, la abuela de Daniel Guzmán .
Un par de décadas mayor que la primera y algo más joven que la segunda cuando pisó la alfombra roja (Antonio falleció a los 96 años en el otoño de 2018, año y medio después de vivir la vorágine de los 'flashes' y de la que la prensa la aturdiese con las preguntas) es Benedicta Sánchez. Lo que la diferencia de las otras dos mujeres, es que no es familiar del director de la cinta por la que acaba de ser nominada, como lo fueron ellas en su día, al Goya a la mejor actriz revelación.
La historia de Benedicta es la de una mujer que ha vivido siempre en la zona lucense de Os Ancares, un auténtico paraíso natural entre Galicia y León donde la vida, en pleno siglo XXI, dista mucho de la que conocemos los que estamos sometidos al ajetreo de la gran ciudad. A sus 84 años, esta mujer de la localidad de O Corgo, va a experimentar algo que, hace poco, no estaba ni entre sus planes.
Su participación en 'Lo que arde', el filme de Oliver Laxe, vino de la mano de su hija Emma, responsable de meterle el gusanillo de la interpretación en el cuerpo a su madre para tenerla entretenida. " Buscaban a una mujer de más de 65 años y tuve el presentimiento de que la cogerían. Yo la animé a hacer teatro en el mismo grupo aficionado en el que estoy y siempre hacía reír a la gente, se apropiaba del guion, lo hacía suyo", son las palabras de esta a la prensa ahora que su madre está en el punto de mira y situada como la favorita para levantar el 'cabezón'.
La gran protagonista se ha sincerado, haciendo gala de su sentido del humor, en una entrevista para TVE (será quien retransmita esa gala que comienza a las 22.00 y el 'photocall' previo, que dará inicio alrededor de las 19.30) sobre lo extraño que se le hace todo esto: " ¡Cuando me vean en O Corgo en televisión! Madre mía de mi alma. Allí soy una viejuca, con una azada, cavando, cortando zarzas, pues eso".
Benedicta ha prometido que, si gana, bailará una muñeira delante de los presentes y para todos los que sigan la retransmisión desde casa. Y tiene claro que, aunque gane, también "habrá amargura", porque va a haber tres compañeras de las cuatro nominadas que se vayan a casa con las manos vacías.
Ya tiene su vestido colgado (firmado por Adolfo Domínguez) para lucirlo en Málaga. Lo que no se pondrá es la dentadura: su seña de identidad es no llevarla y el director, que es al único al que parece hacer caso esta mujer ingobernable, se lo permite. Así la veremos mañana. Y seguro que es de las que deja anécdotas para que los Goya 2020 sean, como las ediciones anteriores, inolvidables.
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