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Cuando el pasado mes de septiembre entró en 'GH VIP', era uno de los rostros más desconocidos. De hecho, Estela Grande tuvo que dar un corte en Twitter a un usuario de la red que, antes de verla desenvolviéndose por las estancias de la casa, se aventuró a predecir que sería un mueble. Pedía una oportunidad. La tuvo. Y le costó el matrimonio con Diego Matamoros por sus acercamientos excesivos a Kiko Jiménez.
Estela ha concedido su primera entrevista desde esa separación. Ha sido en la revista 'Lecturas' donde se ha confesado y ha sentenciado, con contundencia que vivió "cosas muy duras y difíciles" en casa de los Matamoros. Eso sí, no ahonda en esas situaciones que podrían hacerle vivir un calvario por la respuesta que recibiría de algún miembro del clan...
Y no está pasando su mejor momento como para poder zambullirse en una guerra de ese calibre. Grande reconoce que, tras su separación, está atravesando una etapa muy complicada a nivel psicológico que la ha arrastrado a pedir ayuda especializada. " Tengo ansiedad, tomo pastillas para dormir y estoy con una psicóloga", reconoce en las páginas de la mencionada revista.
También dibuja el escenario en el que se dio esa última conversación que hizo saltar todo por los aires: " Se reabrieron todas las heridas y acabamos recriminándonos mierdas". Algo que, a día de hoy, hace imposible desde cualquier punto de vista una reconciliación: "Ahora sería imposible. Hay mucho rencor y juntos éramos una bomba de relojería".
Ojo, que también tiene dinamita para Kiko Jiménez, con quien dice sentirme muy decepcionada. Es más, advierte que se ha sentido "ridícula" por cómo se ha comportado con ella el de Linares después de que se haya jugado su matrimonio por él, que sigue felizmente al lado de Sofía Suescun y sin darle ningún apoyo ahora que ha caído en las profundidades de la depresión.