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Es perfectamente entendible que los concursantes de 'Supervivientes 2020', a estas alturas, tras dos meses de convivencia, tengan hambre. Pero una cosa es ser conscientes de que su cuerpo les pide alimento y otra muy diferente llevarse a la boca cualquier cosa que se encuentren. Por muy parecido que sea a lo que podamos ver en el supermercado. Yiya lo ha comprobado en su propia piel.
Esta paseaba por la playa con Fani Carbajo cuando se encontró una planta: " Parecen dos lechugas comibles. Como esté bueno, no voy a desvelar el secreto". Acto seguido, se lo metía en la boca y, a pesar de que advertía que estaba agrio, continuaba con el proceso y se lo tragaba.
¿Las consecuencias? Pasado un rato, empezó a sentirse mal y a tener fuertes dolores de estómago. Y acabó por vomitar esa planta que resultó hacerle n flaco favor. Sus compañeros, le acercaron agua para intentar aliviar este momento que debe haberle hecho entender que es mejor el hambre que arriesgarse a intoxicarse con algo que desconocemos si puede ser venenoso.
Aunque, hace unos días, se vivía una escena muy parecida. También con las tripas hechas una auténtica orquesta, Albert Barranco y Jaime Ferre ( expulsado hace una semana) se encontraban unas lapas con no muy buen aspecto. Lo cierto es que ellos aguantaron sin echarlo, pero deberían tener todos más cuidado para no dar más sustos ni a la audiencia ni a los servicios médicos del 'reality'.