Emma García es una persona introvertida. Lo dice ella misma. Quizás por eso, que ayer confesara ante el público de 'Viva la vida' lo complicado que se le hizo asumir el encierro y los estragos que, semana tras semana, hacía el coronavirus en sus compañeros de programa, es más que un logro.

"Yo tenía ganas de llorar por la situación que estábamos viviendo y además me costaba por la emoción de llegar aquí y ver que los compañeros iban cayendo. Cada semana llegaba y preguntaba que quien faltaba, a mí me rompía", explicaba la presentadora, revelando que le costó muchísimo sacar fuerzas para ser positiva ante la situación.

Aunque, como de todos los escenarios adversos, en este, ella también ha encontrado algo bueno, unas personas en las que apoyarse cuando llegaba y sabía que habría una mala noticia de un nuevo contagiado: " He descubierto a un equipo tan humano… Han sido momentos tan especiales, que lloro de emoción. Estoy orgullosa y agradecida a todo el equipo!".

"Mi madre es como yo, es de no llorar, pero en este momento a mi madre se le estarán cayendo unos lagrimones. Soy excesivamente introvertida y estoy intentado no serlo, pero me cuesta mucho. Yo soy muy hacia dentro", continuaba Emma, que encontraba el cariño de uno de esos profesionales del programa de Telecinco, Torito: "Eres una tía que has hecho programas tan difíciles y no se te ha valorado como lo que eres, te han intentado hacer tanto daño y estoy tan contento de haberte conocido…".