No están siendo meses sencillos para una Rocío Carrasco que, al confinamiento que al que estamos asistiendo todos, se le suma el hecho de tener que ver a su hija, Rocío Flores, lanzar mensajes de manera más o menos habitual desde la isla de 'Supervivientes 2020'. Y no es habitual que la hija e Rocío Jurado hable, por eso la entrevista que concede esta semana en las páginas de la revista 'Hola' constituye un hecho excepcional, como el estado de alarma bajo el que vivimos.

Rocío pone el acento en que todo esto pasará y podremos comenzar a estructurar nuestras vidas dentro de esa llamada nueva normalidad que aún no sabemos sobre qué parámetros va a edificarse. Discreta y muy reservada, asegura que ella lleva viviendo encerrada junto a Fidel Albiac 20 años. Un encierro que califica de "glorioso" y con el que ha conseguido un hermetismo casi impenetrable de todo lo que pasa de puertas para dentro de esa casa, en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix, desde la que habla con la mencionada publicación.

A la vez que califica de "película de terror" esta pandemia en medio de la que nos encontramos, también se muestra optimista y con la sensación de que, por mucho que cambien las cosas, seremos capaces de adaptarnos a lo que venga. Lo dice ella, que ya ha tenido que hacerlo en más de una ocasión para protegerse.

Carrasco explica cómo fue la celebración de ese 43 cumpleaños que le ha tocado celebrar en plena cuarentena. Recordemos que su hija le mandó una felicitación desde Honduras que recibió, por su parte, la callada por respuesta. De eso, no habla. Sí lo hace de los WhatsApp y llamadas de su entorno más cercano que le hicieron pasar un día especial a pesar de las circunstancias.