El mundo del corazón está de luto. Hace unos días el joven Álex Lequio Obregónnos dejaba a los 27 años de edad, tras dos años de intensa lucha contra el cáncer. Pero al final este le ganó la batalla. El joven de la sonrisa eterna, el que posó en el ‘photocall’ con gorra cuando se le cayó el pelo por la quimio, el que se mantenía activo y conectado con su empresa de marketing y con el mundo a través de las redes aunque estuviera en el hospital, el protector de los animales, el que tuvo fuerzas para amar a su novia hasta el último momento, el mejor amigo de sus padres, el famoso que nunca fue de ‘hijo de papá’, nos ha dejado.

Y sus padres no hallan consuelo para tanto dolor. Los que tenemos hijos no necesitamos ver imágenes porque nos ponemos en su lugar y no sabemos si tendríamos fuerzas para seguir adelante. Eras serio para todo pero sin perder la frescura de tu edad, pero sobre todo eras buena persona y generoso. Nunca comercializaste con tu vida pero respetabas a la prensa porque sabías quién eras y de dónde venías.

Conseguiste vulgarizar la palabra cáncer y te has convertido en un ejemplo a seguir

Estés donde estés espero que hayas visto como todos te han rendido homenaje. Has dejado el listón muy alto, conseguiste vulgarizar la palabra cáncer y con tu optimismo te has convertido en un ejemplo a seguir. Estoy segura que tu legado no acaba aquí y tus padres seguirán con tu deseo de ayudar a otros jóvenes que pasen por la misma situación y que, desgraciadamente, no tengan recursos. Que sabio eras cuando dijiste que vivías cada día como si fuera el último. Adiós Álex, Luna y Boby Puchum ya te echan de menos. Nos vemos en el más allá.

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Ana Obregón