Así queda repartida la herencia que deja Pau Donés

Pau Donés era consciente de que la vida se le esfumaba. Lo contó Pablo Motos el martes en 'El Hormiguero', que a principios de año le llamó para invitarle al programa, y ya le dijo que estaba "terminal" . Un panorama ante el que el cantante se apresuró a dejar todo su legado en orden ( su música bate récords tras su muerte ), para no causar problemas a sus familiares una vez se produjera el desenlace que llegó este 9 de junio .

El pasado mes de marzo, una vez regresó de Estados Unidos (se marchó allí junto a su hija, Sara ( conócela aquí ), para recuperar el tiempo perdido con ella, pero también para componer ese 'Tragas o escupes', su último disco), lo primero que hizo fue cambiar la configuración de Tronco Records, la discográfica que creó a finales de los 90, cuando 'La Flaca' ( la historia de la mujer que le inspiró ) ya le había convertido en un referente. 

Pau era accionista mayoritario y administrador único de una sociedad al frente de la que ha dejado a su hermano Marc. Será este quien se encargue de velar por la buena gestión no solo de esta empresa, sino también de que se cumplan sus últimas voluntades y el reparto de una herencia que va mucho más allá de las decenas de letras que son ya parte de la banda sonora de nuestra historia. Antes de su marcha, suscribió una ampliación de capital de 300.000 euros, tal y como recoge Vanitatis.

Para su hermano esta no es una tarea que le sea ajena. Juntos, Pau y Marc, también se hacían cargo de una empresa de compraventa inmobiliaria,  Casa Alena Bichos y Verduras SL, de la que, ahora, se encargará el segundo de ellos en soledad tras esa muerte que llega cinco años después de que le detectaran un cáncer de colon incurable .

Entre los bienes inmobiliarios del cantante, figuran tres propiedades. Una de ellas, situada en el Valle de Arán, la puso a la venta a su regreso de Estados Unidos hace unos meses, por un precio de salida de 2.300.000 de euros. Las otras dos, un piso en el Paseo de Gracia de Barcelona y la casa que tenía en Montanuy, el pueblo de su padre, se deduce que pasarán a ser de su única hija, Sara, cuando esta cumpla los 18 años (ahora tiene 16).