" Estoy jodida, asustada y con ganas de contároslo". Así comenzaba Mila Ximénez en la tarde de ayer su relato más complicado desde que llegó a la televisión. La colaborador de 'Sálvame' ha pasado por muchos baches de salud, pero ninguno como este. "Tengo cáncer de pulmón" , sentenciaba de manera rotunda, y provocando un silencio atronador entre sus compañeros.
Se rompía. Lo hacía, principalmente, porque su interlocutor directo es uno de sus mejores amigos: el presentador Jorge Javier Vázquez. "Se está especulando mucho. Me tienen que ayudar, Jorge", decía tras varios días en los que había permanecido menos expuesta a las cámaras, y relatando que se lo diagnosticaron hace una semana, después de sentir uno dolores tremendos durante 'La última cena'.
Lydia Lozano y Mila Ximénez durante la llamada en la que Mila anuncia el diagnóstico de su cáncer. /
"Al día siguiente fui al 'Deluxe' y hablé con Teresa, me hicieron una resonancia y me han dado el diagnóstico, es un cáncer de pulmón. Me lo van a tratar, está localizado pero hay ciertas ramificaciones", continuaba explicando cómo se había precipitado todo en tan solo unos días.
"Conmigo no va a poder este bicho ni de coña, le he jurado a mi hija que salgo de esta, a mí un tumor no me va a parar la vida. Estoy con mucha gente", manifestaba con optimismo y después de asegurar que la médico le había respondido a la pregunta de si se iba a morir, que sería de otra cosa, pero no de esto. Además, cuenta con el apoyo incondicional de sus compañeros.
Sobre todo, va a buscar arropo en Terelu Campos, que ha superado dos cánceres de mama y sabe lo dura que es esta batalla, aunque no podía evitar poner de manifiesto lo evidente, que está atemorizada: " Quiero que esto no vaya a más, he pasado mucho miedo y lo sigo pasando, necesito dormir y quiero pensar que lo he soñado y que no es verdad, pero vamos a salir de esta".
"Haré lo que me digan, los tratamientos que ellos quieran, estoy fuerte, estoy bien y quiero serlo. Mi vida ha cambiado y va a cambiar", añadía, asegurando que, a pesar de que el tratamiento durará unos seis meses, no quiere "vivir como una enferma" y que se incorporará al programa, si todo va bien, en septiembre.
Una de las cosas que juegan a su favor es el hecho de que sus tres hermanos han pasado por las garras del cáncer y han sido capaces de superarlo. Unos antedecentes que hacen que Ximénez se agarre a otro hilo de esperanza en esta lucha para la que cuenta con una legión de incondicionales.