La emotiva carta de Adela González tras perder a su hija de 8 años

Adela González veía, a finales del pasado mayo, como su hija de ocho años perdía la batalla contra el cáncer , contra el mismo sarcoma que se había llevado dos semanas atrás a Álex Lequio. Tras dos años de lucha, la pequeña sucumbía y, ahora, ella ha querido agradecer el cariño recibido en estos días, pero, sobre todo, el trato que dispensaron a la niña los médicos encargados de atenderla.

Ha sido en una carta pública remitida al diario 'Noticias de Navarra' donde se puede leer: " La vida cambia en un minuto. Ese en el que Ana Martínez, su pediatra del centro de Salud Basurto, descubre que ese pulmón que tantas veces ha escuchado suena un poco raro. Otro minuto para que el TAC confirme que hay una masa en la pared costal. Y al siguiente, está ingresada en la planta de Oncología Pediátrica del hospital de Cruces".

Así comienza y explica cómo les cambió la vida y el alivio que sintieron al escuchar que había tratamiento. A pesar del miedo por el mal pronóstico de ese tumor raro que padece su niña de seis años. " Quimio, cirugía, radio y más quimio, cerca de 10 meses. No imaginábamos que un cuerpo tan pequeño y mermado por un tumor sería capaz de capear semejante tempora", expresa antes de dar los detalles de la primera visita a la UCI pediátrica de su hija.

"Y a partir de ahí, quien conoce esta cruel enfermedad lo sabe bien, se entra en una dinámica infernal que solo los padres y madres de estos pequeños afrontamos con una engañosa normalidad y entereza", explica sobre el calvario de estos dos años, llenos de altibajos, de esperanzas y recaídas, por el que han pasado al lado de su pequeña.

No se olvida en esa carta de todos y cada uno los que les han ayudado en este camino. De todo el personal sanitario que ha sido bálsamo en los momentos más complicados. Y termina: "Gracias a todos los AMIGOS, con mayúsculas, de aquí y de allí? a quienes nos habéis escrito, llamado, sin esperar respuesta. 'Solo queremos que sepáis que estamos aquí. Os queremos'. Gracias por esos mensajes en forma de arcoiris, sirenitas, egun on, corazones de todos los colores... cuando el que nosotros enviamos de vuelta, antes y más ahora, es solo uno, uno roto".