Que el romance de Alba Carrllo y Feliciano López no terminó de manera amistosa, no es ningún misterio que vayamos a resolver. La batalla en los juzgados habló por sí sola, pero también las indirectas en las redes sociales y los mensajes, más o menos soterrados, en cada intervención en medios que realizaba la modelo.

Por eso, llevábamos diez días esperando a que Alba se pronunciara sobre el embarazo de Sandra Gago, sobre esa próxima paternidad del hombre con el que estuvo casada once meses y con quien estalló la guerra de la separación a golpe de exclusiva en la portada de una revista. Porque Carrillo no tardó en felicitar públicamente a Fonsi Nieto, que también anunciaba el embarazo de sumujer en plena cuarentena. Pero son casos y relaciones absolutamente distintas.

"Me alegro mucho por la mamá y por el bebé", comenzaba diciendo y dejando al tenista fuera de estos primeros deseos. " Él tenía muchas ganas de ser padre, ya lo ha conseguido, reto superado. Tiene por delante un reto importante", añadía Alba, que no se metía en camisas de once varas, porque es evidente que la relación no es buena.

Me alegro mucho por la mamá y por el bebé"

Estas declaraciones llegan tan solo unas semanas después de que Alba se sincerara en 'Viva la vida' sobre aspectos muy duros de aquel matrimonio con el deportista. Empezando por la terapia psicológica a la que tuvo que asistir cuando él le propuso matrimonio, porque, a pesar de que aceptó, ella no quería dar ese paso hacia el altar.

Tampoco el de la mudanza, el de independizarse a su lado. Sobre todo, porque traía unas consecuencias para su hijo, como el cambio de colegio, que a ella no le convencían y de las que, ahora, manifestaba haberse arrepentido. Un examen de conciencia, manifestado en voz alta, en toda regla.