Hace un par de días, Belén Esteban , de manera sutil y en medio de la felicitación de cumpleaños a su marido, Miguel Marcos, lanzaba un recadito a Jesulín de Ubrique. Aseguraba que su marido ya era un padrazo aunque no tuviera hijos biológicos, y subrayaba que se encargaba de hacer el trabajo que habían dejado pendiente otros... A buen entendedor, pocas palabras bastan.
Sin embargo, ahí no ha quedado la cosa esta semana en esas indirectas que, de vez en cuando, la de Paracuellos del Jarama dice en voz alta dirigidas a quien fuera el amor de su vida y de quien se ha hartado de indicar que no ha cumplido con sus obligaciones como padre con Andrea, la única hija nacida durante su relación.
Ayer mismo, 'Sálvame' anunciaba que tenía un impactante vídeo del torero y su mujer, María José Campanario. Por supuesto, como cada vez que sus nombres salen a la palestra en el programa, las miradas se dirigían hacia una Belén que respondía de manera muy contundente: "Estas dos personas ni me dan ni me aportan, y hace mucho tiempo que las quité de mi vida, gracias a Dios. A mí, él me da exactamente igual… Igual que él hace. Y la otra aquí ni pincha ni corta".
Pero Belén tenía algo más que decir, dando la cara por su hija, porque se daba a entender que esas imágenes tenían que ver con las palabras que la colaboradora había pronunciado el día de antes: "A mí, lo que me hagan a mí, me da exactamente igual, pero que hagan daño a lo que más quiero, no, cariño mío…".
Belén, que le dejaba muy claro a Paz Padilla que no tiene ni la más mínima intención de que haya un acercamiento con ellos, ha dado la cara por su hija en innumerables ocasiones. A pesar de que la joven, cuando cumplió la mayoría de edad, dejó más que claro que no quiere saber nada del mundillo de la televisión al que pertenece su madre.