Kiko Matamoros vuelve a una mesa de operaciones. De las de un hospital, no de las de los centros estéticos en los que se ha sometido a numerosos retoques estéticos (que nunca ha ocultado ni negado) en todos estos años. Será el lunes, y él mismo hablaba de la intervención ayer por la tarde en el plató de 'Sálvame'.

" El lunes me extraen la vesícula", explicaba antes de añadir que esto le traerá beneficios en su día a día, y que quedarse sin este órgano es algo que no le preocupa lo más mínimo: "Muchísima gente vive sin ella y se puede hacer vida normal. Ahí es donde se genera la bilis y a partir de que me la extraigan hay una serie de alimentos que tendré que evitar, sobre todo las grasas, los picantes, el alcohol...".

Hay que recordar que, no hace mucho, terminó en urgencias y sometiéndose a una intervención por culpa de un 'steak tartar' que cocinó su compañero Kiko Hernández. Unos problemas con la comida que pretende solucionar de un plumazo una vez le quiten esa vesícula.

Hace aproximadamente un año, Matamoros tuvo que pasar por las manos de un cirujano tras la detección en su vejiga de unos tumores que resultaron ser benignos. Tras el susto inicial, porque el médico le advirtió que podría estar ante un cáncer, Kiko respiró aliviado al recibir los resultados definitivos.