Era lo último que le faltaba por aguantar a la Reina Sofía; un comunicado en el que su marido, el Rey Juan Carlos, abandona España y la deja en Zarzuela. Es obvio el distanciamiento entre ellos, al menos en privado, aunque hayan seguido apoyándose en público en algunas ocasiones por el bien de la institución. Pero se le olvidó al Rey Emérito hacer referencia a su esposa en el comunicado o aclarar que seguirá con su agenda oficial y que prefiere vivir en Zarzuela. Sobre todo, porque ha sido oficializar algo que no es oficial. Por eso lo de doña Sofía tiene mérito.
Nunca dejará de ser reina porque así la criaron sus padres y así es como ella entiende su papel institucional. Nunca ha perdido la elegancia, fiel a su estilo clásico que ha ido adaptando en función de su edad, culta hasta la médula, ha recibido charlas y clases de filosofía, arte y música en Zarzuela. Volcada en todas las causas solidarias que requieran de su apoyo.
Nunca ha protagonizado un escándalo, ni ha tenido un mal gesto, ejerce de abuela y madre, sobre todo en los momentos en lo que sus hijas más la han necesitado. Está hecha de otra pasta, quizás por eso su mayor apoyo es su hermana menor, Irene de Grecia, con la que vive y acude a todos los actos desde hace años. Doña Sofía es un enigma, pocos han tenido la suerte de conocerla bien, quizás por eso la respetan más. Aunque parezca que esta semana no sale del palacio de Marivent en Mallorca, me consta que lo hará como todos los años, porque si algo tiene es la conciencia tranquila y el cariño del pueblo.
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?