No es esta columna el mejor lugar para disquisiciones sobre el sistema político español y la Jefatura del Estado, pero sí es oportuna para comentar su influencia en nuestras vidas a través de esas pequeñas pantallas desde las que nos llegan a los espectadores los asuntos más importantes mezclados con los más triviales, en un efectivo cóctel de imágenes que ayudan a conformar una opinión pública. Con la marcha, exilio, fuga (o como decidan llamar a la reacción del Rey Emérito) se ha levantado una polvareda política que vamos a obviar para centrarnos en el escándalo mediático.
Echando la vista atrás, recordando cada mensaje de Nochebuena retransmitido por señal institucional (que algunas sempiternas cadenas autonómicas rechazaron), uno puede sentirse como ese amante que descubre que ha sido engañado durante años por su pareja, que le hablaba de sacrificios, de complicidad, de esfuerzos individuales y conjuntos, mientras se iba de juerga pasándose por el forro todos sus consejos, dilapidando la confianza en manos de cualquiera, mintiéndonos a la cara, en este caso, leyendo el ‘autocue’. A todos se nos queda cara de tonto imaginando qué se le pasaba por la cabeza mientras nos hablaba de esfuerzo y honradez. Toda pareja rota sabe que ese engaño es el que verdaderamente duele: la sensación de haber perdido el tiempo, la vida, con alguien que no valía le pena. Y esa decepción es una herida que no solo tarda en cicatrizar, también afecta a las relaciones posteriores, que uno aborda desde entonces con reservas.
De pronto, salen en debates y entrevistas expertos reales que llevan años sabiendo del engaño del que eran cómplices, no solo con su silencio sino con exaltaciones forzadas, para sacar ahora los supuestos trapos sucios, exponerlos y sacar tajada. Una vez más. Los mismos que llenaron tiempo de televisión maravillados ante a labor de la Casa Real acaparan titulares destrozándola, como si su desmemoria fuera la de los espectadores.
‘El show de Ellen Degeneres’ cosechó 61 Premios Emmy y se convirtió en fuente de inspiración para innumerables formatos de todo el mundo, que se nutrían de sus ideas para intentar lo que la actriz lograba cada día: conquistar a la audiencia con humor y secciones originales, sencillas y muy efectivas. Ahora resulta que, 17 años después de su estreno, todos los vídeos que hemos visto de Ellen gastando bromas a su equipo eran, al parecer, mentira: que nadie la soportaba, que había una ‘cultura de trabajo tóxica’ en la que no faltaba el racismo y el abuso de poder, que todos vivían en un permanente miedo. Dicen que medio Hollywood lo sabía.
Pero mientras tanto, todo eran portadas de revistas, entrevistas maravillosas, invitaciones a presentar los Oscar (Recordemos que sus galas fueron un éxito, la anfitriona llegó a batir el récord mundial de 'likes' con un 'selfie' que hizo historia y que ahora muchas estrellas borrarán de su Instagram). De nuevo, un secreto a voces que todos callaban (para aprovecharse mientras la corriente les era favorable) da paso a un brutal linchamiento que, al parecer, conlleva no solo la renuncia de la presentadora: se habla de su salida total de la 'tele'. Vamos, otro exilio. Ah, la sustituye James Corden. Hasta que alguien descubra algo turbio suyo…
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?