Cazar al deplorable

Si Trump ha atacado una película, la promoción está hecha. En ‘La caza’, un grupo de deplorables (recuerden a Hillary) desconocidos despierta en un campo y se dan cuenta de que están siendo cazados por un grupo de ricos progresistas. Y tienen un arsenal: ametralladoras, granadas y flechas. Pero la diversión no va a ser tanta. Esta comedia salvaje es una ocurrencia que Damon Lindelof y Nick Cuse tuvieron mientras escribían ‘The Leftovers’.

Solo faltaba Jason Blum, el productor de ‘Déjame salir’, para darles alas. Aunque Trump y la Fox se la tomaran como un ataque a los republicanos, es una crítica contra el fanatismo de ambos bandos. Una parodia de esa polarización que no es patrimonio de España. Aunque aquí no tengamos tantas armas. Lo que sí teníamos era una película que se llamara así (la de Saura). Y también está la de Mads Mikkelsen.

La Colonia Dignidad, institución fundada en Chile en 1961 por el nazi Paul Schaefer y protegida por Pinochet, ya tiene su serie. Schaefer había trabajado como asistente social para niños en la Alemania de finales de los 40 y ya fue despedido por acusaciones de abuso sexual. ‘Dignidad’ se puede ver en HBO.

Décadas de asesinatos, torturas y abusos infantiles son perfectos para una ficción muy real. El fiscal federal Leo Ramírez es encargado de llevar a la Justicia a Schaefer. Pero no es su única relación con la colonia. El hermano de Leo murió allí y su propia carrera fue pagada en Alemania por Schaefer. Una producción chilena para un borrón en la historia del país. Secta adoctrinadora, lugar de abuso infantil e incluso centro de detención y torturas tras el golpe de Pinochet en 1973.

Al Alvarez (1929-2019) fue un crítico, poeta y ensayista británico de quien John Le Carré decía que era el hombre más caballeroso que cualquiera podía encontrar. Fue amigo de Sylvia Plath y dio a conocer su obra. De hecho, uno de los libros más importantes de Alvarez es ‘El dios salvaje’, un ensayo sobre el suicidio.

Asteroide ha publicado ‘Alimentar a la bestia’, la historia de Mo Anthoine, un hombre discreto de vida extraordinaria. Un escalador también amigo de Alvarez del que este relata alguna de sus más épica expediciones. Llevar su resistencia física y mental al límite era lo que él llamaba alimentar a la bestia. Un libro bonito, ingenioso y profundo. Es verdad que está centrado en el mundo del alpinismo, pero también en la amistad.

Para quien haya disfrutado con ‘El cuarto mono’ y ‘La quinta víctima’, JD Barker completa la trilogía con ‘La sexta trampa’ (Destino). Y para quien no la haya leído y quiera diversión puede empezar por el principio. No voy a decir que sea una lectura adecuada para el verano porque el entretenimiento sirve para todas las estaciones.

El policía Sam Porter es considerado sospechoso del caso que investiga. El Cuarto Mono sigue actuando y hay una carrera contrarreloj para detenerlo. Además, el hospital de la ciudad está cerrado por cuarentena por el virus SARS y entre los enfermos se encuentra Upchurch, el cómplice del Cuarto Mono. Su supervivencia es fundamental para que el asesino de la trilogía no libere el virus en el país.