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Seis años en Inglaterra. Ese es el tiempo que ha estado Jessica Bueno, que dejó toda su vida en España atrás para perseguir el sueño del que por entonces era su novio y junto al que ahora regresa convertidos en matrimonio: Jota Peleteiro. La modelo no se lo pensó cuando al futbolista gallego le llegó la llamada de la Premier League, concretamente del Brentford.
Y eso que el paso que dio al frente, poniendo una frontera de por medio, le costó problemas con Kiko Rivera por el tema de las visitas a Francisquito, el hijo que tienen en común. Hubo guerra entre ellos hasta que consiguieron llegar a un acuerdo para esos viajes del menor que le permitieran estar con su padre.
Seis años después, como decimos, han cogido el vuelo de vuelta. Era este fin de semana cuando se conocía que Jota había firmado por el Deportivo Alavés, de Vitoria, y que Jessica volvería a ser una más de ese selecto grupo que forman las WAGs de nuestra liga. Muy cerca de la última localidad en la que residieron antes de empezar su vida en Inglaterra, porque recordemos que Peleteiro recaló en el Eibar.
La pareja vuelve mucho más asentada. Con su familia formada. Con un hijo en común que el próximo febrero celebrará su quinto cumpleaños y que tiene por delante el reto de amoldarse al sistema educativo nacional, envuelto en todas esas medidas restrictivas para intentar que el coronavirus haga la menor mella posible en las aulas.
En cuanto se empiecen a llenar los estadios, que parece que poco a poco ven cómo el color llega a sus asientos, veremos a Jessica ejercer de mujer fiel al trabajo de su marido. La incógnita que aún queda por despejar es sí volverá al mercado de los 'photocall' y, sobre todo, al de las pasarelas. El físico, desde luego, lo ha cuidado durante todo este tiempo y podría subirse sin problema alguno a desentonar.