No es que nos sorprenda, porque suele ser una de las salsas que no falta nunca en lo que se cuece cada tarde en el plató de 'Sálvame', pero ayer Belén Esteban ( su espectacular cambio físico) y Anabel Pantoja, que 'a priori tienen una relación extraordinaria, se engancharon ante la audiencia de Telecinco en la tarde de ayer. Porque era inevitable que a la sobrinísima se le preguntara por los problemas de su tía y su primo, y ella fue subiendo de intensidad en sus reproches al programa hasta terminar por nombrar a Andreíta, que es algo que la de Paracuellos del Jarama no consiente bajo ningún concepto.

Anabel se negaba a entrar en el debate sobre esas tensiones entre Isabel Pantoja y Kiko Rivera. Lo hacía en unas declaraciones por teléfono, ya que ella se encuentra en Canarias recuperándose de la fractura de peroné que sufrió hace unos días. Así que la bronca se producía a distancia

"Yo tengo mi libertad de expresión. Ellos me tienen que respetar. El otro día los colaboradores fueron unos hijos de puta y me dieron hasta en el paladar. Todas las hostias que le quieren dar a mi tí y a Kiko Rivera, me las dan a mí. A mí estos disgustos no me vienen bien", decía con mucha rotundidad. Y añadía, señalando a dos de ellos: "Antonio David diciéndome que tenía poca vergüenza por no querer posicionarme, Kiko Matamoros diciendo de mí pestes, ese tío que lleva años sin hablarse con sus hijos".

"Yo no voy a entrar en una guerra entre madre e hijo… y por 600 euros no me merece la pena, no me compensa. Lo único que quieren es espectáculo", continuaba antes de tocar ese tema que es intocable para la Esteban: "Cuando se habla de la hija de Belén Esteban, no se habla". Así que el estallido de esta no se hacía esperar.

"Estoy muy disgustada. Mi hija no se dedica a esto y a mi hija no se la nombra. No le voy a decir nada porque yo no voy de súper amiga ni nada pero yo a Anabel la quiero mucho", comenzaba para proseguir: "Me he llevado un súper disgusto… pero de mi hija no… Hablas de tu prima, que es la que vende las exclusivas, o de tu primo o de tu tía o incluso de mí… pero de mi hija no. Ni tú ni nadie porque ella no se dedica a esto. Me ha dolido que esto venga de ti".

Al ver el disgusto que se había llevado Belén, Anabel aflojaba el tono y no tenía problemas en disculparse con ella. Pero solo con ella. Sigue pensando que el rasero no es igual para todos los colaboradores y que con ella se es más duro que con otros.