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Hace unas semanas, Amador Mohedano volvía a abrir la caja de los truenos de la herencia de su hermana Rocío Jurado. Lo hacía para cargar contra Rocío Carrasco, quien siempre ha estado en el punto de mira cuando se ha tocado este asunto. Sobre todo, porque pocos entendían que La más grande hubiese hecho diferencias entre ella y sus hermanos, Gloria Camila y José Fernando, a la hora de dejar por escrito el reparto de sus últimas voluntades.
Anoche, durante la emisión de 'Huellas de elefante' dedicado a la Jurado, fue Terelu Campos quien arrojó luz sobre este asunto en el momento en el que se abrió el debate al respecto. No le gusta hablar de los temas que incumben a la vida privada de una Rocío que es casi como la tercera hermana Campos, pero ayer consideró conveniente dar las claves para intentar zanjar el tema después de muchos años dándole vueltas.
" Cuando Gloria Camila y José Fernando llegaron, Rocío ejercía más de segunda madre que de hermana", comenzaba explicando sobre el papel que tuvo cuando la artista y José Ortega Cano adoptaron a los niños. "Los niños, Gloria Camila y José Fernando, eran muy pequeños, tanto que Gloria y su hija Rocío Flores se han criado juntas, como hermanas y no como tía y sobrina", terminaba esa contextualización antes de entrar en materia.
"Cuando Rocío Jurado murió, Rocío se quedaba sin madre y sin padre, se quedaba sola. Sus otros hijos se quedaban con su padre. Es normal que amparara a la hija que se quedaba huérfana", es la explicación que ofrecía Terelu, dando la cara tanto por su amiga como por la madre de esta, a quien muchas veces no se ha entendido por ese reparto que realizó de su herencia.