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prometieron sorpresas y no han defraudado. María Casado y Antonio Banderas han presentado Escenas en blanco y negro. Un programa, el primero que defiende la catalana tras su desembarco como directora audiovisual de la productora de Antonio Banderas. TST produce siete especiales filmados con una imagen propia del cine y que muestran terrenales a estrellas como Pablo Alboran, David Bisbal, Rozalén, Pasión Vega, Pablo López y uno adicional con Antonio Banderas. Un espectáculo grabado en el Teatro del Soho de Málaga y que, según ha podido saber 'Hoy Corazón', ha conseguido grandes y valiosos titulares de los entrevistados.
Emocionante y sencillo, como ese regalo que llega inesperadamente, la música es parte fundamental de un programa que busca adentrar al espectador en los recovecos secretos de los ilustres invitados. Por eso las actuaciones en directo, algunas acompañadas por la Sinfónica de Malaga y otras por sus propias bandas, son el puente perfecto a las emociones. Un trabajo del que todos los artistas participantes se muestran muy orgullosos y al que accedieron sin pensárselo cuando recibieron la llamada de los creadores del formato.
Tan buena sintonía existió durante el proceso que, insisten, todos los que han participado del proyecto siguen manteniendo relación y conservando ilusiones. Quienes han estado en algunos de los rodajes hablan de unas escenas mágicas que, además, fueron rodadas durante el confinamiento y que, para muchos de los protagonistas, fue el primer contacto con la realidad tras la pandemia.
De ahí, tal vez, la autenticidad de las charlas y la verdad de sus confesiones, como las de Bisbal, que participó en el espacio pocas semanas antes de ser padre por segunda vez, o las d e Pablo López acompañadas por su don al piano. Dicen que hay muchas sorpresas e instantes que serán históricos. Porque más que entrevistas, María consigue con su especial sensibilidad trazar la esencia que se esconde tras el humo y los focos. Hay lloros, risas y complicidades que trascienden más allá de la pantalla. Que llegan, que conquistan.
También destacan los epílogos de Banderas, siempre certeros al abordar al arte y la cultura en primera persona. Dicen que es más Antonio y menos Banderas que nunca. Más de nosotros, como siempre, pero quizás más personal. Nada ha fallado en ese engranaje perfecto.
Una conjunción que pudo haberse trastabillado con el positivo en coronavirus de Banderas pero que unió más —aunque en la distancia— a un equipo que ha trabajado con esfuerzo titánico para demostrar que en televisión todavía no se ha contado todo. Así lo recalca la propia María Casado y lo secundan quienes han visto retazos de los especiales : "Ha sido el proyecto más bonito en el que he trabajado nunca". Y ya es decir.
El cambio de vida le ha venido bien. Afincada ahora en Malaga, María ya es una más en la ciudad andaluza. Discreta con sus asuntos más íntimos, son pocos los detalles que comparte en las redes sociales. Ha vuelto a practicar crossfit, esta vez a la andaluza, y de vez en cuando sube imágenes de amaneceres y atardeceres en ese mar que ya es su casa.