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La onda expansiva del brutal relato de Kiko Rivera el pasado viernes en Telecinco sobre la herencia de su padre, Paquirri, y como Isabel Pantoja habría incumplido las últimas voluntades de este, sigue haciendo eco en los medios de comunicación. Sobre todo, porque no se ha dejado de hablar de ello. Máxime cuando, este martes, Fran Rivera, implicado directo, se sentaba en 'Espejo Público', espacio en el que colabora.
El diestro no se ha cortado nunca a la hora de verter sus opiniones sobre la tonadillera. La última vez, cuando Kiko empezó a destapar la guerra que se estaba librando en Cantora. Este ya dejó claro que a él no le cabía duda de que " es una mujer que no tiene corazón". Indicaba que, tanto él como su hermano Cayetano, llevaban años advirtiendo de este problema que tienen con ella, que alegó un robo el día antes de hacerles entrega de los enseres de su padre, y que les ha llevado ante la Justicia (aunque, por el momento, Isabel no ha cumplido lo que se decretó).
Así las cosas, Fran, que el pasado viernes no dudó en llamar en directo para manifestarle a Kiko su apoyo, ha dado algunas pinceladas de este asunto, destapando que, más allá del valor sentimental que tendría para él y Cayetano recuperar lo que es suyo, su madre, Carmina Ordóñez, se murió con la pena de ver cómo la Pantoja no había cumplido esos deseos de Paquirri de dejar parte de sus trastos a sus hijos.
"Es un tema complicado, muy complicado. Hay gente que debería meterse en un agujero y no salir en su vida. No estoy preparado para hablar de ciertas cosas en la vida. No tengo claro que quiera hacerlo de hecho, pero se debería saber toda la verdad, se ha especulado tanto... Hay mucha gente involucrada, muchos temas ahí... Mucha gente", comenzaba con vaguedades, sin querer meterse en ningún charco que no debiera. Porque el tema, como se comprobó por la cantidad de documentos aportados por Kiko el pasado viernes, es engorroso.
Sí se mostraba menos reacio a hablar de lo que se le mueve por dentro. " Son muchos sentimientos. Mi madre se fue con una pena muy grande. La sensación de no haber recuperado las cosas que nos dejó mi padre. Esa pena se la llevó mi madre, y eso no puedo perdonarlo", decía de una manera tajante. Porque esos objetos, antes o después, hay posibilidad de que lleguen a sus manos, pero a su madre no se la va a devolver nadie.
"Cuando a las personas les mueve la avaricia, vienen los problemas. La familia tiene que respetar los deseos del fallecido", manifestaba como única solución a un tema que lleva más de tres décadas en un punto que no está generando sino más vericuetos y más dolor en los hijos de Paquirri, que tan solo desean lo que es suyo por derecho. "Me cuesta perdonar. Se tiene que saber la verdad, porque hay gente que se ha portado tan mal que se tienen que caer las caretas", remataba con tono de tristeza, como advertía Susanna Griso, presentadora del espacio.