Todo comenzó dentro de los muros de la casa más famosa de Guadalix de la Sierra. Estela Grande se acercaba de manera peligrosa a Kiko Jiménez . Fuera del 'reality', quien s ufría era un Diego Matamoros que fue capaz de ser comprensivo a su salida, pero que le pidió a su mujer que no regresara a ese escenario cuando la productora decidió hacer una especie de segunda parte. La modelo hizo oídos sordos. No solo eso, sino que sus confesiones allí dieron la estocada final a su matrimonio.
De aquello, de ese inicio de los trámites de divorcio, han pasado nueve meses. Si bien es cierto que, en medio de la pandemia y con Diego contagiado por Covid , hubo un acercamiento, que apareciera Carla Barber en la vida de él hizo que se desmoronara el castillo de naipes de quienes pensaban que una reconciliación era posible.
Como decimos, ahora es cuando ella se ha lanzado a hablar con claridad de cómo llevó dar ese paso y cuáles fueron los mayores miedos que le azotaron la mente. Ha sido muy sincera, desahogándose en una entrevista concedida a Carmen Alcayde para 'Hello Valencia'. Aunque reconoce que, en el terreno laboral, ha conseguido despegar y tener buenas ofertas.
"Me encuentro al 100%. Estoy muy bien, me siento plena", es una de las frases que sobresalen de esa charla en la que, como decimos, desgrana qué fue lo más duro de poner sin a su relación con Diego. " Me casé con Diego Matamoros para siempre, pero la vida es así... Los dos teníamos un compromiso muy bonito", comienza, poniendo la parte positiva de aquellos años que consiguieron tener una relación estable.
Es entonces cuando habla de ese remolino de emociones que le asaltaron con el punto y final: " Sentía que había fracasado, me daba vergüenza. Decía madre mía... cómo le hago esto a mi gente. No sé ni como me lo planteé, todo el mundo me apoyó y la gente que me quiere solo quiere que esté feliz".
A pesar de reconocer que en el trabajo está viviendo un buen momento y de manifestar sentirse plena, tiene claro que no le cierra la puerta al amor. A encontrar a alguien que le llene. A que su vida vuelve a acomodarse a tener a una persona especial con la que iniciar una historia que tenga un final más feliz.