En medio de la tormenta que azota Cantora y en la que se ha visto envuelta, de manera colateral, Irene Rosales, la mujer de Kiko Rivera se deshizo de esa presión durante unos minutos este domingo. Lo hizo en 'Viva la vida', donde fue inevitable tocar el tema y que pronunciarse sobre su suegra, Isabel Pantoja. Pero también hubo tiempo para hablar de otros asuntos menos dolorosos para ella.

¿Os imagináis un cara a cara de la sevillana con un miembro de la familia real española? Pues sucedió. ¿Cuándo? Durante la puesta de largo de Tana Rivera, en septiembre de 2018. Un episodio de su biografía sobre el que nunca se había pronunciado, sencillamente, porque no había salido el tema. Pero ayer, lo hizo.

Irene estaba en esa cita porque la homenajeada es sobrina de su marido, Kiko. Victoria Federica, porque es amiga de la joven, hija de Eugenia Martínez de Irujo y el diestro Francisco Rivera. Y, de repente, Rosales se encontró codo con codo con una de los miembros de la familia real española más de moda en los últimos tiempos.

"Sin conocernos de nada se vino conmigo", explicaba ante el asombro de sus compañeros Irene, los mismos que se preguntaban de qué habían hablado. "De la fiesta. ¿De qué queréis que hablemos, del abuelo?", decía son ironía Rosales, haciendo alusión al Rey Emérito que tantos titulares está acaparando estas semanas. " Es muy simpática", decía de Victoria Federica.

También de Tana. Y de toda la familia de esta, para quien la modelo solo tiene palabras de agradecimiento por lo bien que siempre le han tratado y por la acogida que se le ha dado en la familia. Un asunto más agradable y liviano que esa actualidad de Cantora que trae por la calle de la amargura a Irene al ver el tremendo sufrimiento que padece su marido.