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En España estamos tan sumidos en la herencia de Paquirri que no hemos tenido tiempo para descubrir el escándalo que acompaña a la de Maradona, fallecido el pasado 25 de noviembre, que ha revolucionado Argentina, convirtiendo los platós en juzgados de lo civil por los que desfilan los mejores abogados del país, representantes legales de las partes implicadas en un legado de valor incalculable. Y no es una forma de hablar: nadie es capaz de saber cuánto hay en juego y quiénes son los herederos.
Se trata de un patrimonio disperso que debe ser inventariado. Algunas fuentes lo cifran en más 400 millones de dólares. Al margen de propiedades, cuentas corrientes y fideicomisos, Diego tenía guardado en un depósito lo que algunos llaman 'el tesoro': una gran cantidad de objetos de coleccionismo, desde camisetas y balones firmados por los grandes jugadores, pasando por fotos, regalos y otras joyas de ‘memorabilia’ futbolera. En Dubai y Emiratos Árabes se encuentran los regalos que le hicieron los jeques que admiraron un talento que reconocieron en forma de coches exclusivos. También resulta difícil saber cuánto dinero acumulaba en cuentas secretas en Venezuela. La afinidad con el régimen chavista le permitió mantener una fortuna que no sabemos hasta qué punto podrá ser rescatada ahora.
En cuanto a su casa, su última pareja, Rocío Oliva, reclama que le fue donada durante su relación. La exfutbolista, que dejó su carrera deportiva en sus años con el mítico 10, exige también una compensación económica: lo que según el código civil argentino se conoce como 'reclamo por convivencia'. Rocío es colaboradora de programas de televisión y ejerce de 'viuda oficial', aunque lo cierto es que fue ella quien rompió y quien no quiso volver, a pesar de la insistencia de Maradona.
La periodista española Sheila González, colaboradora de 'Los escandalones', en Canal América, le preguntó en su momento si había contestado a las llamadas del futbolista: " Obvio, por Whatsapp", fue su respuesta. No había vuelta atrás. Sin embargo, el día del funeral se presentó desconsolada y fue expulsada del sepelio por las dos exesposas. Debe jugar bien sus cartas porque tiene en juego seis millones de dólares.
Las mayores beneficiadas del multimillonario contrato con Konami, empresa de videojuegos que ostenta la propiedad de los derechos de propiedad sobre la imagen digital de Maradona (Pro Evolution Soccer es el juego estrella), pasaría a sus cinco hermanas. Ninguna de las 'viudas' oficiales se llevaría nada de la herencia, que pasaría a los hijos, no sin antes pagar las deudas e impuestos.
Su primera esposa, Claudia Villafañe, vive su mayor momento de gloria: la concursante de 'MasterChef' es firme candidata a ganar el 'talent.' A diferencia de la edición española, en Argentina se va grabando semana a semana. Tras la muerte de Maradona, Claudia se tomó tres días de baja y luto, regresando a las grabaciones convertida en la favorita del público. A pesar del éxito, la madre de Daima y Giannina, tiende a evitar las referencias a su exmarido.
La segunda, Verónica Ojeda, madre de Dieguito Fernando, el benjamín de la familia, tiene un papel discreto. Verónica, que supo de la muerte del 'Pelusa' por una llamada en directo de un programa de televisión, es pareja del abogado Mario Baudry, quien recibió un mensaje de audio en el que el futbolista le pedía un gran favor. La cinta fue emitida en el programa 'Secretos verdaderos': "Hola, Mario, habla Diego. Sé que te parecerá increíble esto, pero la veo bien a Vero. Me dijo que está con vos. Cuídala mucho y, de paso, me cuidás a mi ángel, que no tiene paragón con nada. Mirá que tengo un montón de hijos, pero este me va a sacar la última cana".
Y son precisamente este 'montón de hijos' la clave del embrollo. Hasta ahora, hay cinco reconocidos y van apareciendo más: Santiago Lara y Magalí son los únicos con papeletas para superar las pruebas de ADN. Por el camino quedarían los cubanos Joanna, Lu, Javielito y Harold. Pero todo se ha complicado con la confesión de Carlos Fierro Viera, polémico empresario nocturno, amigo carcelario y suministrador de la droga que consumía Maradona. Según el malandrín, Diego tendría dos hijos españoles fruto de su relación con Laura Cibilla, camarera de La Diosa, uno de sus clubs en La Plata. De confirmarse esta rama española, tal vez la herencia de Paquirri pase a un segundo plano.