ÁGATHA RUIZ DE LA PRADA

Los cinco años frenéticos de la divorciada Ágatha Ruiz de la Prada: separación polémica, rejuvenecimiento express, amantes inesperados, peleas con famosos y accidentes

La nueva vida de Ágatha Ruiz de la Prada no para de producir titulares. Polémicas virales, peleas con famosos, mutación física y una agitada vida sentimental la han convertido en la nueva estrella de las portadas.

Ágatha Ruiz de la Prada luce desde hace cinco años una nueva imagen, más rejuvenecida, y ejerce de soltera de oro y personaje polémico de la via social. / GTRES

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

Hemos asistido a algo muy parecido a una metamorfosis. Y, además, acelerada. Los últimos cinco años de Ágatha Ruiz de la Prada (61 años) han sido un no parar, un ajetreo de exclusivas, polémicas, amantes, premios, accidentes, colecciones y alfombras rojas pocas veces visto. El detonante fue un divorcio que jamás imaginó , y menos tras 30 años de matrimonio más que aposentado con el periodista Pedro J. Ramírez (69 años), con el que formaba una de las 'power couples' más reconocidas del panorama social español.

La historia de su separación es para tener pesadillas: hacía solo tres meses que la pareja se había casado para que los títulos de ella, el marquesado de Castelldosrius y la baronía de Santa Pau, pasaran sin problemas a sus hijos. Aunque la diseñadora ha confesado que dormían en habitaciones separadas y algunas declaraciones parecen sugerir que acordaron una pareja abierta, Ágatha no se lo esperaba.

El flechazo de Pedro J. Ramírez con la abogada Cruz Sánchez Lara (48 años) la destruyó. Su reacción no fue buena. «Firmé mi divorcio con un burka porque no quiero que mi ex me vuelva a ver», confesó. «Como desde el mismo momento en que me dijo que quería separarse, ya no quise verle nunca más, llevé un burka que me habían traído de Afganistán. Solo se me veían los ojos«.

Una de las últimas apariciones de Ágatha Ruiz de la Prada y Pedro J. Ramírez, con motivo del 200 aniversario del Teatro Real en 2016. / GTRES

El shock fue brutal. De hecho Ágatha Ruiz de la Prada ha achacado su increíble cambio físico al impacto de su divorcio. «Mi divorcio tuvo una cosa buena y es que adelgacé diez kilos en una semana. Se llama 'shock diet', dieta de shock«, aseguró en un programa de televisión. Lo cierto es que no tiene nada que ver la Ágatha que asistía a importantes citas políticas y sociales con Pedro J. Ramírez con la que reapareció después del shock inicial de su divorcio.

En su 60 cumpleaños, la diseñadora logró retroceder diez años en vez de sumar uno: adelgazó 18 kilos gracias a un dieta y se puso en manos del doctor Juan Peñas, uno de los grandes cirujanos plásticos de Madrid, al que encargó un lifting completo, cara y cuello, además de sus retoques con bótox. Se trata de un 'revenge body' en toda regla: darle en las narices al ex con un nuevo look más joven, más sexy y más apetecible.

Una de las apariciones de Ágatha Ruiz de la Prada en el 'prime time' de televisión. / GTRES

Lo siguiente fue multiplicar sus apariciones públicas por mil. Ágatha Ruiz de la Prada se apuntó a todos los programas de televisión que pudo, donde contó no sólo su transformación física, sino detalles de su separación con Pedro J. Ramírez que no hicieron ninguna gracia al periodista. De hecho, en algunas de estas apariciones llegó a manifestar que tenía que hablar con cuidado por si le caía una demanda. «Supongo que a Jota le viene el virus (refiriéndose al coronavirus) del 8M. Su mujer representa a las 'feminazis'«, llegó a decir en una entrevista. Su ex la amenazó con ir a los tribunales.

«En cuanto a esta última visita de la vieja dama del rencor, acabo de dar instrucciones a mis abogados para que actúen en todos los frentes posibles. Durante 4 años he guardado silencio frente a sus insultos y vejaciones continuos, pero esta expresión de odio es algo distinto», anunció Pedro J. Ramírez. «El rencor, la maldad, el ansia de revancha toman en expresiones como estas su versión más reaccionaria y barriobajera. La verdadera aristocracia está en el idealismo y la bondad humana. Yo he tenido la dicha de encontrarla al fin y voy a defenderla en todos los terrenos«, sentenció el periodista.

Ágatha Ruiz de la Prada, en una carroza del último Orgullo Gay en Madrid. / GTRES

Estos cinco años han estado trufados de meteduras de pata, peleas con famosos y apariciones públicas a tutiplén. Lo mismo encontrabas a Ágatha Ruiz de la Prada departiendo con la aristocracia y la realeza del Rastrillo Nuevo Futuro, que subida a una carroza del Orgullo Gay. No ha habido alfombra roja de moda, decoración o belleza que no pisara, cada vez más joven, delgada y polémica. Se ha peleado con personas básicamente bonachonas, como Juan del Val (el marido de Nuria Roca), al que llamó «imbécil» y le acusó de haberse ensañado con su valoración como jurado en el concurso con famosos 'El Desafío'.

«Me metió un bocinazo que no veas… Yo creo que fue por la presencia de Pilar Rubio«, acusó la diseñadora. »Me dijo que lo que había hecho era una puta mierda, que era un número infantil… que sí, que estamos en televisión, pero no era necesario llegar a ese punto. Se puso muy tonto y estuvo muy mal, todo el mundo se quedó anonadado«. La diseñadora le pidió perdón, pero admitió que lo hizo obligada por los abogado para evitar un juicio. »Mis hijos nunca supieron si eran ricos o pobres«, admitió en una revista, provocando ríos virales de respuestas en Twitter. »Ágatha, cariño, si hubieran sido pobres sí se hubieran dado cuenta…«, le aclaró la actriz, influencer y tuitera mayor Ana Milán.

Ágatha Ruiz de la Prada recibió el Premio Nacional con un vestido patriótico. / GTRES

En estos trepidantes años, Ágatha Ruiz de la Prada se ha ido debatiendo entre momentos de gloria y tropezones tremendos, algunos en sentido literal. En 2019, en pleno ímpetu de su segunda juventud, sufrió dos castañazos considerables. Tuvo que pasar por el quirófano por un accidente que tuvo mientras montaba a caballo con su hijo Tristán: se rompió la muñeca de la mano derecha. No se perdió por ello ningún compromiso: hasta acudió a una fiesta flamenca con brazo escayolado y cabestrillo. El siguiente tortazo la dejó en silla de ruedas y con una férula en la pierna izquierda: se le cayó una moto encima y le rompió la prominencia ósea del tobillo.

Por suerte, también en 2019 vivió uno de los momentos álgidos de su nueva vida de alegre divorciada: la entrega del Premio Nacional Honorífico de la Industria de la Moda, al que acudió con un patriótico vestido con los colores de la bandera española.

Luis Miguel Rodríguez 'el Chatarrerro' junto a Ágatha Ruiz de la Prada. / GTRES

Sin embargo, ni peleas ni vestidos ni polémicas rojas han logrado superar el tirón viral de la nueva vida amorosa de Ágatha Ruiz de la Prada, por fin soltera y decidida a disfrutar de una segunda juventud. La diseñadora dio el campanazo total al emparejarse en primavera de 2018 con Luis Miguel Rodríguez, más conocido como 'el Chatarrero' por poseer el que anuncia como 'el desguace más grande del mundo': Desguaces la Torre, en concurso de acreedores desde 2017.

Les presentó Carmen Martínez Bordiú, novia anterior de 'Luismi'. «A él poca gente se le pone por delante. Es un experto total. Sabe un huevo. Está acostumbrado a ir con mujeres. Es muy divertido, muy atractivo. Era una cosa muy inesperada. Muy marciano. Y sigo pensando que es muy marciano para mí. Pero me ayudó que hubiera estado con Carmen (Martínez Bordiú). Si no, a mí ni se me hubiera ocurrido«, confesó en una entrevista.

Desde el principio le caló: unas fotos de él con una actriz brasileña provocaron su primera ruptura. Volvieron, pero para romper definitivamente en febrero de 2020. «Luismi se dio cuenta de que no podía hacer esas cosas si estaba conmigo, pero está acostumbrado a salir y divertirse«, explicó ella en la exclusiva de rigor.

Ágatha Ruiz de la Prada con su último novio, Luis Gasset. / GTRES

En estos días hemos sabido que ha roto con su segundo nuevo novio, el director de la casa de subastas Ansorena Luis Gasset. Parecían la pareja perfecta y hasta los hijos de Ágatha Ruiz de la Prada aplaudieron este romance. Se conocieron en marzo de 2020 y su flechazo resistió el coronavirus que él contrajo inmediatamente después. Una vez superado, no se separaron. Hasta que la ruptura se precipitó y, lo que en principio eran buenas palabras, se ha convertido en más declaraciones polémicas en una exclusiva.

En un primer momento, Ágatha Ruiz de la Prada dijo de Luis: «La verdad es que es un amor y estoy feliz de haber tenido un novio tan guay«. Sin embargo, en su última aparición en una revista no le ha dejado demasiado bien. »Cuando estábamos juntos siempre se sentía cansado, porque tenía mucho trabajo y había pasado la Covid. Pero, de repente, dejó de estar cansado para salir con todas mis amigas. Eso me sentó un poco mal. ¿Mis amigas? Anda que no habrá mil tías, pero se le tiraron al cuello«, desvela la diseñadora. Y añade: »Luis era un poquillo pijo y me imagino que sabrá que no es un hombre súper apasionado«.

Él se ha limitado a contestar: «Mi mujer ideal es más discreta».