Elena Furiase se casa: de la boda secreta de Lola Flores y el Pescaílla al «si me queréis irse» de Lolita, así han sido las (polémicas) bodas de los Flores

Las mujeres del clan Flores han vivido de todo cuando han decidido dar el sí quiero: desde bodas por sorpresa como la de Rosario, a la boda semi clandestina de la matriarca, Lola Flores y al célebre primer matrimonio de Lolita y su «si me queréis irse». Ahora que se casa Elena Furiase, es un buen momento para recordar las míticas bodas del clan Flores.

Si quieres descubrir diez cosas que no sabías de Lola Flores, pincha en la imagen./gtres

Si quieres descubrir diez cosas que no sabías de Lola Flores, pincha en la imagen. / gtres

Silvia Vivas
Silvia Vivas

La hija de Lolita, Elena Furiase se casa este sábado 18 de septiembre a mediodía con Gonzalo Sierra, el padre de su hijo Noah. Todo el festejo se va a celebrar en la más estricta intimidad, circunstancia que le permite el paraje escogido para la ceremonia y la fiesta posterior: la Dehesa Montenmedio, en Cádiz, a escasos diez minutos de Vejer de la Frontera. La hija mayor de Lolita ha escogido la vertiente íntima de las bodas de los Flores, como hizo su tía Rosario al unirse con Pedro Lazaga en Caños de Meca en 2006. Pero no todas las bodas de Lola Flores, La faraona , y sus descendientes han sido igual de discretas: las hay nocturnas, con embarazos secretos de por medio y en olor de multitudes. Sí, ha llegado el momento de recordar el «si me quereis, irse» y mucho más.

La boda con nocturnidad y alevosía de Lola Flores con el Pescaílla

Con la boda de Lola Flores y Antonio González, El Pescaílla, se firmaba algo más que los papeles de un matrimonio, se formaban los cimientos de una de las familias más icónicas y con más arte del papel cuché español. Lola Flores, en aquel 27 de octubre de 1957 en el que dio el «sí quiero», ya era una estrella nacional y Antonio González el músico gitano que le había arrebatado por completo el corazón. ¿Por qué entonces la ceremonia de su casamiento se celebró casi en secreto en El Escorial a las seis de la mañana y con tan sólo 20 invitados?

Elena Furiase se casa este sábado en Cádiiz. / instagram

Los motivos de la boda «secreta» de Lola Flores son dignos de una serie de Netflix. La faraona que ya era famosa por hacer lo que le daba la gana con su corazón, su cuerpo y su libertad, conoció al Pescaílla tras haber pasado por una complicada relación con un hombre casado que la llegó a maltratar, Manolo Caracol. Manolo Caracol fue el primer amor y la pareja artística de Lola Flores desde 1944. Con él conoció los mejores hoteles, a los mejores intérpretes, pero también la amargura de una relación tóxica que duró ocho años a pesar de los excesos de él, las advertencias de la familia de ella, la diferencia de edad y el hecho de que él estaba casado en la España del franquismo.

El bagaje amoroso de Antonio González no era menos intenso. Aunque no estaba casado Antonio ya tenía dos hijos cuando conoció a Lola: un niño cuya madre era una de las bailaoras de la compañía de Lola Flores, Carmen Santos, y una niña que había nacido fruto de un affaire con la sobrina de la bailaora Carmen Amaya, Dolores Amaya. Precisamente fue el clan de los Amaya los que precipitaron la boda entre la nueva pareja de amantes.

Cuando la familia de los Amaya supieron del romance de Lola Flores y Antonio González y las intenciones de estos de casarse, acudieron al domicilio de La faraona y acabaron pegando a su propio padre. Por ir a defenderle Lola corrió escaleras abajo, con tan mala fortuna que cayó y vio al levantarse cómo una hemorragia caía entre su piernas: Lola Flores estaba embarazada.

Lo que vino a continuación fue una boda improvisada a las seis de la mañana en El Escorial con la cantante vestida de encaje y mantilla instando al cura para que dejara de preguntar lo de «si alguien conoce algún impedimento para que se celebre esta boda que hable ahora», el productor de cine Cesáreo González como padrino y Paquita Rico como madrina. Apenas veinte personas disfrutaron del evento. En la boda de Lolita fueron muchísimas más.

La primera boda de Lolita (y el famoso «si me queréis, irse»)

La espinita que tenía clavada La Faraona con su mini boda se la quiso quitar en el casamiento de su primogénita. La idea es que Lolita se casara en Marbella a las siete y media de la tarde del 25 de agosto de 1983 con Guillermo Furiase ante cuatrocientas personas. La idea salió mal.

Del «estais todos invitados» televisivo de los días previos a lo que pasó en aquella iglesia en los 80 ha quedado para el recuerdo la célebre frase de Lola gritado a los asistentes: «si me quereis, irse». Se calcula que más de cuatro mil personas se autoinvitaron al evento abarrotando la iglesia de la Encarnación y espachurrando a unos invitados ilustres como Carmina Ordóñez, Cari Lapique, Rocío Jurado, Pedro Carrasco...

La boda de Lolita con Guillermo Furiase fue un completo descontrol. / GTRES

La novia llegó apenas un cuarto de hora tarde de la hora fijada pero de poco le sirvió. Lolita intentó entrar en la iglesia del brazo del torero Manuel Benítez El Cordobés que se lo tomó con humor, amenazaba con hacer el salto de la rana y lucía sonrisa de oreja a oreja. Al final, Lola Flores cogió el micro del altar mayor a las ocho y media de la tarde y explicó a la gente que tenían que irse, que en esas condiciones Lolita no se podía casar. Pero nadie entró en razón.

La gran boda de los Flores quedó reducida a la sala más pequeña de toda la iglesia y sin coro, sin misa, y casi sin testigos los novios pronunciaron el «sí, quiero» encerrados en el despacho de la sacristía. Abandonar la iglesia fue tan difícil para los novios como entrar en ella y al llegar al restaurante libanés Montazah Al Salemiah tuvieron que enfrentarse a otros 400 autoinvitados de más.

El descontrol era tal que se dio la paradoja de que mientras unos se colaban el padre de la novia y sus hermanos Antonio y Rosario se quedaron fuera por no tener la invitación a mano. Al final todo se solucionó poniendo una escolta a la novia que gue todo el día escoltada por dos guardias para alejar a los que se empeñaban en abrazarla y revisando uno por uno la lista de invitados. Seguro que Elena Furiase se va a evitar todos estos problemas en su boda.

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