Está a punto de cumplir 50 años (el próximo 8 de diciembre), una fecha señalada que podría haber subrayado el cambio de rumbo que Enrique Ponce quiso dar en julio de 2020, cuando anunció su separación de Paloma Cuevas, su romance con la estudiante de Derecho de 21 años Ana Soria. Menos de un año después, en junio de 2021, comunicaba además su retirada de los ruedos. Todo parecía indicar que el diestro se estaba preparado para dejar atrás la vida que había conocido hasta la fecha, la de gran figura de las plazas y 50% de una de las parejas de 'socialites' más deseada del panorama social español y latinoamericano. Sin embargo, el torero no parece capaz de variar su trayectoria hacia nuevos horizontes. Si pensaba que junto a Ana Soria tenía todo el futuro por delante, ahora se encuentra con que su pasado, medio siglo de existencia, pesa. Y mucho.
El giro vital que Enrique Ponce no anunció oficialmente, pero sí confirmaron fuentes próximas, estaba llamado a ser radical. El torero no solo abandonaba su profesión de toda la vida, vendía la finca jienense en el que había invertido gran parte de sus esperanzas económicas de futuro y rompía su familia. También y sobre todo reverdecía su plan de iniciar carrera en el mundo del espectáculo, algo que ya había intentado como empresario sin éxito. Hace tres años, Enrique Ponce quiso poner en pie un espectáculo, Crisol, que mezclaba baile, tauromaquia y la obra de Picasso, pero fracasó estrepitosamente. De hecho, ninguna de sus iniciativas de emprendimiento empresarial prosperaron: solo sus inversiones inmobiliarias han tenido beneficios gracias al alquiler. Ahora, sin embargo, se anunciaba su incursión en el 'show business' no como empresario, sino como artista.
Aún estamos esperando escuchar el a nunciado disco de debut como cantante de Enrique Ponce, cuando se anuncia que el diestro volverá a los ruedos en 2022. La decisión es sorprendente: tras anunciar el pasado 28 de junio que se retiraba «por tiempo indefinido», ahora vuelve a sonar su nombre como estrella en los carteles de la Feria de la Magdalena de Castellón o en la de Valdemorillo, en el primer trimestre de 2022. Parece que las ofertas le siguen llegando a su apoderado y que Pone sigue entrenando, como siempre, en su finca de Jaén, aún en su poder. Poco importa ahora mismo que a Ana Soria no le haga ninguna gracia ver a su novio jugándose la vida frente al toro. Ahora mismo, Enrique Ponce necesita liquidez. Se acumulan las facturas y el torero no ha tenido trabajo conocido desde que comenzara la pandemia.
Al final, la revolución vital de Enrique Ponce se ha quedado en lo previsible: un cambio de domicilio y de pareja. De hecho, la que sí le ha dado un vuelco a su rutina ha sido Paloma Cuevas, a la que hemos podido ver recientemente con un 'revenge body' en toda regla y hasta mostrando más piel de lo habitual (un escote más que revelador). Además, ha iniciado carrera como diseñadora de moda para Rosa Clará, le premian su trabajo benéfico (en el festival Starlite de Málaga) y su carrera como gestora de los intereses de su padre, Victoriano Valencia, y como diseñadora de joyas (para Yanes) sigue viento en popa. Y su actividad como 'socialite' de lujo en las mejores fiestas y en las revistas más deseadas se acelera. El 2022 la espera con los brazos abiertos.