Así es el palacio de La Motilla, motivo de guerra en la familia de Enrique Solís: un Goya, un Greco y un nuevo uso desconocido

El palacio del marqués de la Motilla, conocido popularmente como el «palacio de Motilla», ya no pertenece a la familia Solís. La enorme residencia de 4.629 metros fue construida a principios del siglo XX según el estilo medieval florentino y con una característica torre de 25 metros de altura. Ha sido siempre la feliz residencia de la familia Solís. Hasta el año pasado, cuando su venta desató un enorme desencuentro familiar entre el marqués de la Motilla, padre de Enrique Solís , y su hermano mayor, Fernando.

La fabulosa propiedad está ubicada entre las céntricas calles Laraña y Cuna, en pleno casco antiguo de Sevilla, y allí vivió Enrique Solís con sus cuatro hermanos hasta la separación de sus padres, Miguel Ángel de Solís y Martínez Campos, y Carmen Tello . Con el paso de los años, el primogénito, Fernando Solís, volvió a instalarse en el palacio con su mujer, Eva Morejón, y sus hijos, motivo por el que la noticia de la venta le cayó como un jarro de agua fría.

El marqués de Motilla es el único y legitimo propietario del palacio, y hacía tiempo que quería vender el palacio. Los gastos de su mantenimiento ya eran insostenibles y su deseo era liberarse de una carga tan tremenda. Como ha afirmado más de una vez, no tenía el menos problema en deshacerse de la propiedad. Además, nunca ha considerado tener que dar explicaciones a nadie sobre su decisión. La venta se cerró en enero de 2023 con la entrega de llaves al nuevo propietario, el empresario de origen cordobés Mario López Magdaleno, presidente de la sociedad de innovación y tecnología Magtel.

La venta del palacio se hizo efectiva el 31 de enero de 2023, cuando Miguel Solís, marqués de la Motilla y padre de Enrique Solís Tello, entregó sus llaves de la histórica residencia familiar a Mario López Magdaleno, su nuevo propietario. A pesar del desacuerdo y monumental enfado de su hijo mayor Fernando, el marqués se mostró tan contento con la venta que la celebró compartiendo una agradable comida en un restaurante cercano con su nuevo propietario. Dado que Fernando Solís residía en el palacio con su mujer, Eva Morejón, y sus hijos desde su boda, en 2013, el primogénito del marqués y su familia tuvieron que abandonar la palaciega vivienda.

El matrimonio Solís-Morejón, que celebró el banquete de su enlace en el palacio que ha sido su residencia hasta hace un año, tuvo que despedirse también los fantásticos balcones desde los que disfrutaban emocionados, y acompañados de amigos y otros invitados, de los pasos de la Semana Santa sevillana. Desde estos mismos balcones han visto pasar las procesiones reyes y aristócratas como Balduino y Fabiola de Bélgica o la Duquesa de Alba .

El palacio del Marqués de la Motilla, construido sobre restos del siglo .XVI, guarda numerosas e importantes obras de arte que, gracias a que siempre ha estado habitado, se han mantenido de forma óptima. Sus grandes joyas, y que se entiende que siguen siendo propiedad de Miguel Solís, son dos: un retrato de Don Antonio Ricardos obra de Goya, y el lienzo La Crucifixión, pintado por El Greco en 1590 y una de las escasas obras del célebre artista cretense que quedan aún en manos privadas.

El origen de esta construcción se remonta a los comienzos del siglo. XX. Se construyó entre 1921 y 1931. Su propietario, el marqués de la Motilla, quiso seguir la arquitectura historicista de moda en la época, y que se basaba en la inspiración en estilos del pasado. Y optó por el modelo del arte medieval, especialmente en su vertiente florentina.

Los arquitectos Gino Coppede y Vicent Traver se encargaron de la magna obra. El gran atractivo del palacio es su imponente torre-mirador de 25 metros de altura, de planta rectangular y con almenas inspirada en el Palacio Vecchio de Florencia. Su precioso jardín de aire gótico también es una maravilla.

El palacio de la Motilla siempre ha supuesto una enorme carga económica para el actual marqués de la Motilla. Y al no tener una fundación, como si ocurre con otras casa nobiliarias como la de Alba o la de Medinacelli, todos los costes recaen sobre su propietario.

Por eso, en los últimos años se ha recurrido a su alquiler para rodajes de cine y televisión, como la serie La Peste de Movistar, y publicidad. También fue el lugar escogido para la celebración de la boda del actual duque de Alba, Carlos Fitz-James Stuart , con Matilde Solís , hermana del marqués, y allí se han casado sus hijos Carmen y Fernando, actual marqués de Valencina. En 2022, el palacio fue escenario de la presentación a la Prensa de la ceremonia de los Goya , celebrada en la capital hispalense.

Su venta no solo ha generado el distanciamiento entre Miguel Solís y su hijo Fernando; también generó estupor en la alta sociedad sevillana, ya que se trata de un palacio muy popular, además de uno de los más bellos de Sevilla. Aún se desconoce el uso que le querrá dar su nuevo propietario, el millonario cordobés Mario López Magdaleno.